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Pobre España

Las negociaciones para formar un nuevo gobierno

La perspectiva que de las cosas se tiene no estando sujeto hoy en día a estructura política alguna y sí en su día (creo que una opinión vertida desde esa posición) adquiere una cierta ventaja cargada de fundamento, cuando de opinar públicamente se trata. Y así comento:

Esta nación mía, España, mirémosla desde donde la miremos, con intenciones por parte de algunos de hacer prevalecer la mal entendida progresía, pierde sin embargo cada día valores fundamentales que han sido históricamente seña de identidad de nuestro pueblo y que, generación tras generación, nos han hecho llegar (mejor o peor) hasta nuestros días, mal que pese a algunos nostálgicos ignorantes vengativos.

Es de tal calado este nuevo orden que se trata de imponer en nuestra Patria y de tan torticera manera, que quienes en principio tienen la facultad de intentar frenarlos democráticamente, entre otras maneras, legislando o haciendo valer al ciento por ciento las leyes vigentes que hoy rigen nuestros días, se esconden (por tercera vez si Dios no lo remedia) tras un "sí", un "no" o una abstención, demostrando una vez más haber perdido unos, y nunca haber tenido otros, eso que tanta vergüenza da a algunos confesar, y que es el amor a su Patria; dejándola al albur de las decisiones de otros, sin un gobierno estable que el sufrido pueblo español, sin duda, merece.

¡Que les voy a contar a ustedes cuando de pitar al himno español se trata o se luce una banderita española en la solapa de nuestras chaquetas! Eso sí; en absoluto les da vergüenza, cantar otros himnos o lucir otras banderas o estandartes.

Por eso, y desde aquella perspectiva de la que hablaba al principio de mi artículo, reprendo por una parte a aquellos que un día incondicionalmente fueron los míos, por otra a aquellos que nunca lo fueron, y a estos nuevos salvadores apátridas, repartidores de miseria y engaño, para que unos definitivamente pierdan sus complejos, otros recuperen lo que un día tuvieron, y otros... en fin.

Y todo, ¡por el bien de España!

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