La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Saúl Fernández

El legionario siempre llama dos veces

¡Parecen mentira las similitudes que existen entre "El casamiento engañoso" y "El cartero siempre llama dos veces"! Miguel de Cervantes y James M. Cain, tres siglos y pico de distancia y un océano en el medio para alejar los dos cuentos. Cervantes crea una "vamp" y la nombra Estefanía de Caicedo, que es un nombre ideal para la mujer que consume al macho alfa y lo transforma en pingajo. Los enamoramientos sin medida denotan estupidez. Algo así lo explicaba Octavio Paz cuando hablaba de la invención del amor: una dama de verso convertida en dueña ("midons") por la gracia de la imaginación pervertida de sus adorador. Y de aquellos polvos, estos lodos. Antes de anoche se presentó en el club del Niemeyer "Perra vida", que es la versión en serie negra de "El casamiento engañoso" por la gracia y el denuedo de José Padilla, que es un tipo que dará en nada un salto mortal en la escena.

Las 153 personas que llenaron la sala pequeña del Niemeyer aplaudieron a rabiar la historia de la "vamp" cervantina, del hombre-piltrafa y lo hicieron porque los cuatro actores sobresalieron en la fiesta, pero sobre todo, porque Padilla fue capaz de ver que Cervantes hubiera podido codearse con Dashiell Hammett o con el propio Cain, que escribió "El cartero siempre llama dos veces", que es la historia de un vagabundo que llega a un local de carretera y se deja consumir por su propietaria. Y luego viene la perdición y todas esas cosas. En "Perra vida", el vagabundo es la chica. Lo demás sigue a pies juntillas el decoro estético de la destrucción.

"Perra vida" es una comedia trágica con "flash back" incorporado y con sabiduría en la dirección escénica: sesenta y pocos minutos nada más para contar la historia del chico conoce a chica y cae a sus pies y fuese y no hubo nada, que diría el propio Cervantes. Padilla plantea su espectáculo por medio de cuadros ininterrumpidos, escenas cortas donde Samuel Viyuela González (Lorenzo Campuzano) se presenta enhiesto y poco a poco se ve transformado por medio de las artes marciales de Elisabet Altube (Estefanía). Y todo, ante la mirada ausente del hombre que se ha transformado en vagabundo. Cervantes escribió 8 comedias y 8 entremeses. Y también una novela entusiasmante en el que la esperanza queda en nada. La vida es un bar de carretera.

Compartir el artículo

stats