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Ventanal

La refundación del PSOE

Sobre la necesidad que tiene de volver a sus orígenes un partido en riesgo de disolución

Ya está escrito desde distintos foros: La socialdemocracia española representada por PSOE, ha perdido su propia referencia y no encuentra en su dirección la orientación para marcar principios y rumbo. De no corregir su deriva, el PSOE se aproxima a su propia inhabilitación. La última encuesta del CIS confirma la debilidad de un partido que aglutinó grandes masas sociales, pero al que que el pactismo con la radicalidad, el populismo a ultranza y una dirección de muy escasa altura política han arruinado su prestigio cuando precisamente hacía falta para actuar como rompeolas frente al izquierdismo desbocado y los nacionalismos embravecidos.

Los sondeos de opinión están certificando que los electores desencantados del PP no optan por este PSOE rupturista con sus mismas esencias que le garantizaron veintidós años de responsabilidad de gobierno. Parece como si los socialistas hubiesen renegado de aquellos genes de cultura política que los hicieron imprescindible en momentos clave de nuestra historia reciente. Cuesta entender que los supervivientes de aquella vieja guardia felipista hayan sido arrinconados, e incluso se les ataque ferozmente desde las redes sociales controladas desde Ferraz por recién llegados como Antonio Hernando, Óscar López y Ángel Luna.

Los nuevos dirigentes capitaneados por Pedro Sánchez han abandonado los criterios de una política de Estado, la de consensuar los pactos que sean necesarios para hacer frente a las emergencias. Es inconcebible que el PSOE, para sobrepasar a Podemos, coquetee con posturas bolivarianas o que ponga en duda la integridad de España a rebufo de una oleada de demagogia que rebaja su autoconfianza.

Se insiste en que está en marcha una operación de regeneración interna del PSOE que le devuelva sus esencias históricas y el prestigio perdido. El PSOE fue un gran estabilizador de la política española, pero hoy su propia desestabilidad le impide continuar en aquella importante función. La triste realidad es que el PSOE, y no es el único partido, está asfixiado por camarillas en las que priman antes los intereses particulares que los públicos.

Los sueños de Sanchez, que tras el desplome zapateril se concentran en expulsar de la vida política a un partido que todavía supera en millones de votantes al que el representa, se están viniendo abajo con sus fórmulas imposibles y sus estrategias de salón. La crisis de liderazgo del PSOE exige que el Comité Federal aborde seriamente la refundación del PSOE como imperativo nacional.

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