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Concejala de IU en Avilés

Una nueva forma de esclavitud

Una reflexión al hilo del "Día internacional contra la explotación sexual y la trata"

El comercio de personas, o la nueva forma de esclavitud, es un delito, un crimen silencioso que proporciona tanta riqueza o más que el narcotráfico o las armas. Un delito que se va incrementando por las distintas situaciones de inseguridad, guerras y hambrunas que nos asolan. Ahora mismo, al otro lado del Mediterráneo, los tratantes están haciendo su agosto con el dolor inmenso de las miles, millones de personas que huyen de las guerras: Irak, Siria, Yemen, Mali? y tantos otros países inmersos en guerras que solo benefician a los poderosos lobbies de armamentos o petroleros mientras fracasan las políticas en materia de inmigración de la poderosa Europa, insolidaria y avergonzante.

Las cifras que dan organizaciones como Acnur o Save the Children son más que alarmantes: se calculan más de 10.000 niños y niñas desaparecidos, inmigrantes que viajaban solos por Europa de los que muchos están en las redes de tráfico de personas, lo que significa que serán explotados laboralmente y una gran parte, explotados sexualmente

La relación entre los dramas de la inmigración y la trata de personas para fines sexuales es una fina línea, casi inapreciable. Pero seguimos mirando para otro lado mientras nuestros valores como sociedad van cayendo en un olvido premeditado permitiendo que las redes de explotación sexual se instauren y crezcan. Según estas mismas organizaciones, tienen su epicentro en Alemania y Hungría, países que recibirían a los menores para, desde allí, distribuirlos al resto de la zona europea. La Europol ha descubierto una asociación entre las bandas criminales que secuestran a los niños con organizaciones de explotación sexual y esclavismo que lleva investigando desde hace años.

En muchos países, no sólo de África, sino también de Asia, con el pretexto de matrimonios lucrativos en la ciudad, o de trabajos inexistentes, adolescentes de entre 12 y 18 años y mujeres jóvenes son engañadas y transportadas a lugares lejanos para ser empleadas en prostitución.

En España estamos asistiendo a detenciones de delincuentes de estas tramas que actúan secuestrando o atrayendo a mujeres de otros países con la promesa de trabajos mejor remunerados, de una vida mejor, hasta que, una vez aquí, son obligadas a ejercer la prostitución en unas condiciones deplorables y de esclavitud o semi esclavitud, despojadas de las mínimas condiciones de vida y con deudas imposibles de pagar. Encerradas, hacinadas en habitáculos minúsculos, obligadas a realizar todo tipo de trabajos sexuales, al capricho de mafiosos y clientes.

Por estas y otras muchas razones defiendo que la prostitución no debe de ser regulada porque no es un trabajo al que se acceda libremente, como demuestran los datos y su íntima relación con la trata de personas. La trata es el tercer negocio ilegal que mueve más dinero en el mundo, casi a la par del tráfico de armas y del tráfico de drogas. La prostitución se nutre en más de un 80 por ciento del tráfico de personas, sobre todo mujeres, niños y niñas, y eso son datos oficiales.

Las personas atrapadas en estas mafias necesitan protección, acción policial y recomponer en muchas ocasiones sus propias vidas que han quedado rotas después de haber sido captadas o secuestradas. Muchas mujeres, niños y niñas ni siquiera sobreviven. Otras, incapaces de escapar, no conocen otra vida que la esclavitud, una mercancía propiedad de un explotador. Muchas de estas mujeres, niños y niñas tendrán una vida y una muerte totalmente anónima, sin que nadie sepa nunca ni que hayan existido.

La sociedad tiene que mirar, aunque sea doloroso, a esta realidad a la cara, denunciar, no ser cómplice. Ha habido varias campañas los últimos años por todos los países del mundo, "Corazón azul", "Con la trata no hay trato"?

Cualquier campaña de sensibilización será bienvenida porque las víctimas necesitan nuestro compromiso y nuestro apoyo, el institucional, pero también el social.

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