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Abogado

Avilés "laiko", y sin ironía alguna

La declaración aprobada por el Pleno municipal de la ciudad y otros cinco concejos asturianos

Qué bien lo he pasado hoy leyendo una noticia en un medio de prensa en internet que reza (perdón por la expresión) de esta manera: "La firma de seis concejos convierte a Asturias en la comunidad más laica. Oviedo, Gijón, Avilés, Langreo, Mieres y Castrillón se unen a la red de municipios laicos, sumando el 65% de la población del Principado". ¡Que gozosos estamos los asturianos! ¡Ya somos "laikos"!

Tanta progresía me produce un gran placer, entonces he decidido compartirlo con ustedes y con este pequeño escrito dar cuenta de este momento de felicidad colectiva. De hecho, ya nos hemos librado de ese yugo eclesiástico, ¡bueno es celebrarlo! Tal fecha será recordada en los anales (me refiero a las calendas venideras) como día de los de "guardar" en su carácter civil.

Laico resulta ser un puñetero "adjetivo". Me explico, en particular para la grava que concertó tal declaración y que no estudió aquel Bachillerato. Un adjetivo es un palabro que acompaña a otro llamado "sustantivo", que nos dice cómo es. Por ejemplo: "un progresista (sustantivo) es estúpido (adjetivo)".

Es buena esta declaración de "laiko". Hasta la fecha, como todos sabemos, nuestra señora Alcaldesa, antes de dictar un decreto iba al párroco de San Nicolás a preguntarle que le parecía y si podía hacerlo. Ahora, gracias a la "laicidad", doña Mariví de su Triste Mandato, podrá dictar resolución sin preguntar a ese sencillo hombre dedicado a su feligresía. Es más, hasta hace cuatro días, los así contados, el Pleno del Ayuntamiento de la villa mandaba al concejal patoso hasta los oviedos para preguntar al señor Arzobispo sobre la ordenanza acordada. En fin...

Fuera de la estupidez de estas gentes, preocupadas de lo adjetivo y nunca de lo sustantivo, aquello de crear el marco necesario para que todos nos podamos ganar la vida dignamente. Repito, fuera de tal estulticia, al acudir a nuestra Constitución, esa que nada tiene que ver con código canónico alguno, el artículo 1, en el número 2 nos dice "la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado". Es decir, la definición de estado "laiko", que sólo nos debemos al dictado de los ciudadanos, nunca al de confesión religiosa alguna. Más adelante se dice "ninguna confesión tendrá carácter estatal", lo que quiere decir que, aquellos que buscan nacional-catolicismo en la actualidad no sólo mienten, también manipulan. Añade que el Estado tendrá en cuenta "las creencias religiosas (plural) de la sociedad española".

¿Qué es lo que ocurre? Muy sencillo: que a mucho primer edil, es decir, aquí la "Alkalda", le encantaría portar casulla, estola y cíngulo e impartir nuestro bautizo, lo que ya se intentó con muy escaso éxito.

La brújula de estas gentes que se dicen de izquierdas y otros que no saben siquiera lo que son se perdió al poco de nacer, quieren... El lector es sobradamente sabio.

Tengan todos ustedes un buen día y reciban un cordial saludo ciudadano.

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