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Ahora toca España

Los retos a los que se enfrenta el Partido Socialista Obrero Español

El delirante espectáculo de la confrontación cainita en los órganos de dirección del PSOE a cuenta de las estrategias y modos del controvertido secretario general Pedro Sánchez, alcanzó el punto de desafío extremo y revelador de que no se trata de un cisma coyuntural. Las palabras del hasta ahora (?) máximo líder del PSOE antes de la reunión del Comité Federal suponen un órdago en toda regla con graves consecuencias tanto para el sector que pierda como para todo el partido, empujado a la ruptura más dramática de su larga historia.

Pedro Sánchez dio la imagen de una llamada a las barricadas, al mismo tiempo que se arrogaba como único intérprete del sentir de la sociedad española y satanizaba a una fuerza política que está respaldada por ocho millones de votantes y sin la menor autocrítica a sus reiterados fracasos electorales, que están llevando el partido socialista a la irrelevancia.

En las próximas horas el Comité Federal, convocado en medio de controversias jurídicas interpretativas de los estatutos y usos del partido, tendrá que dar una respuesta a la contumacia en mantener una hoja de ruta que está hundiendo el país, jugando con su gobernabilidad de forma irresponsable, porque se está deliberando sobre algo mucho más importante que las discrepancias internas , se obvia participar eficazmente en la resolución de los problemas inmediatos que afectan a España. Además de aquellos que pudieran considerarse de gestión, como los presupuestos generales, pensiones, seguridad social, déficit, política fiscal, reformas laborales y de educación, están apretando al país otros conflictos que afectan a su propia identidad , como es el caso de la amenaza en tiempo y forma del soberanismo y la manifiesta ausencia de España en la remodelación de la UE como consecuencia del "Brexit" y en el que está además implicado el contencioso de Gibraltar.

La debilidad manifiesta a consecuencia de la larga permanencia de un gobierno en funciones ha propiciado el órdago del Parlamento y del presidente de la Generalitat desafiando a España con un referéndum al que señalan fecha. La opinión pública se pregunta de que sirven las sentencias del TC y las advertencias de la Fiscalía que tampoco impresionan a quienes violan las leyes. A estos efectos resulta chocante la foto de compadreo de Mariano Rajoy y Carles Puigdemont con ocasión de un reciente evento en Oporto. Baja el ánimo.

Parecida sensación produce que siendo España la cuarta economía de una UE de 28 miembros no participe en las negociaciones, en la sombra, que ya están acordando los puntos clave de las relaciones de la UE con el Reino Unido. Al final llegaremos con hechos consumados perdiendo oportunidades.

Al cerrar esta columna no había fumata, de cualquier color, en la calle Ferraz y el Comité Federal seguirá a lo suyo, debatiendo la supervivencia de sus protagonistas y postergando los intereses de la ciudadanía. Largo Caballero, Indalecio Prieto, Besteiro, Llopis, Rubial y muchos más claman desde sus tumbas contra esos personajillos que ponen en peligro a España y al socialismo con sus aventurismos. Algo parecido han dicho Felipe González y Rubalcaba.

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