Decía el año pasado, cuando fui reelegido como vocal-delegado de la Mancomunidá Cabu Peñes, que esta legislatura sería distinta, que sería la legislatura en la que daríamos estabilidad jurídica a la misma (aprobación de los estatutos) y estabilidad económica (regularidad de los pagos por parte de Gozón), y probablemente el inicio del desarrollo de la mancomunidá, poniendo el objetivo en que en un medio plazo servicios importantes como el agua o la recogida de basuras fuesen mancomunados.

Dicho esto, y viendo los acontecimientos de los últimos días, parece que nada de esto está pasando. Parece que las aguas bajan revueltas por la mancomunidá a pesar de que los estatutos están a punto de ser aprobados por los plenos locales e incluso ahora que Gozón está siendo regular en los pagos, incluso abonando algo más todos los meses para sufragar la deuda dejada por el PP.

El problema parece ser el dotar o no de personal al servicio de normalización llingüística, el cual ha quedado vacante después de que la anterior trabajadora obtuviese plaza en el sistema educativo. Como vocal-delegado, plantee este asunto en la comisión informativa de régimen interior, como entendía que debía ser, comisión de la cual quiero señalar que el PP se ha autoexcluido.

En dicha comisión quedó muy claro que la mayoría de los allí representados (PSOE Carreño, IU Carreño, Somos Carreño e IU-Equo Gozón) queríamos que dicho servicio fuese cubierto, lo cual hicimos desde la mancomunidá, poniéndonos en contacto con las personas que estaban en la bolsa de selección primero y consultando con el servicio de normalización del Principado, cuando constatamos que en nuestra bolsa ningún candidato estaba dispuesto a aceptar la plaza.

El problema surge cuando en una comisión posterior el Alcalde de Gozón, presidente de la mancomunidá, dice que no va a proveer dicha plaza, cuando anteriormente había aceptado acatar la mayoría citada arriba, y proponiendo desmancomunar dicho servicio, a lo cual Carreño se opone. Hay que señalar que la competencia de proveer la plaza es exclusiva del presidente de la mancomunidá, en consecuencia suya.

¿Que hacer a partir de aquí?. Dos cosas. Como vocal-delegado haré todo lo posible para que este desencuentro entre ambos ayuntamientos se solucione, planteando siempre que los servicios de la mancomunidá son intocables, y que desmancomunar uno de ellos es abrir la puerta a la disolución de la misma. Como vocal-delegado y concejal de IU-Equo, nunca promoveré eso; no lo acepté con el PP y menos ahora.

Es la hora de ser sensatos, soseguémonos y veamos la realidad tal y como es. El proveer o no la plaza no va a acabar con los problemas económicos de Gozón (ahorraríamos unos 540 euros al mes). Por otro lado, el Alcalde no puede argumentar que su posición es la misma que está aplicando en Gozón (no cubrir vacantes), la cual no compartimos. Tiene que entender que los compromisos que tiene con la mancomunidá son otros, esto es cosa de dos y no acepta decisiones unilaterales. No dejemos que las aguas revueltas se conviertan en, como dice el refrán, ganancia de pescadores; es decir, no dejemos que el PP, el principal creador de los problemas de la mancomunidá, arrime el ascua a su sardina y demos soporte a los argumentos que lleva defendiendo doce años, que no son otros que deshacer la mancomunidá.

El futuro de la mancomunidá pasa porque se reactiven los consensos que la hicieron nacer y que realmente llevan desaparecidos algunos años, para que de una vez por todas esta legislatura sí sea la de la estabilidad y desarrollo de la mancomunidá.