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Un gran sacerdote, una gran persona y un gran amigo

Adiós a Juan Manuel Suárez, un hombre que se hizo querer entre sus feligreses por su trato cercano

Hacía muy pocas horas que alegremente las campanadas de los relojes acababan de saludar el nuevo año, cuando otras campanadas se vestían de luto para anunciar el fallecimiento de don Juan Manuel Suárez Menéndez, párroco de la iglesia de Santa María de Piedras Blancas y de la de San Martín de Laspra y delegado de Cáritas Arciprestal de Avilés.

No hace un mes, el Consejo Arciprestal mantuvo una reunión a la que don Juan llegó con un ligero e inusual retraso. Nos comentó que había tenido que acudir al médico; que todo iba bien y que ésa era la causa de la demora.

Poco después ya tuvimos conocimiento de su enfermedad; de su traslado a Priero, en Salas, junto a su familia, y de su posterior ingreso en el HUCA. Personas de Cáritas Diocesana y de la Arciprestal avilesina le visitaron y otros charlamos con él a través del teléfono. Todos le encontramos cansado y con la voz débil, pero con su buen ánimo de siempre y su inquebrantable fe en Dios.

Deja un hueco muy difícil de cubrir, tanto en sus parroquias castrillonenses como en Cáritas Arciprestal de Avilés. Ahora queda pedir al Señor por el eterno descanso de don Juan Manuel, un gran sacerdote; un gran amigo y una gran persona. Su recuerdo perdurará para siempre ente los que hemos tenido la fortuna de conocerle, de quererle y de tratarle.

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