"Nosotros llegamos en patera pero vosotros os largareis de aquí nadando". Esta era la frase que podía leerse en los carteles pegados recientemente en varias localidades de nuestro país como Sevilla, Salamanca o Parla (Madrid). En la parte inferior, una inscripción en árabe, desconozco si correctamente escrita.

¿La pegada ha sido obra de xenófobos con el fin de involucrar a la población musulmana o realmente fueron radicales inmigrantes los autores? Quién sabe, lo cierto es que los que hayan sido no controlan muy bien la ortografía española, como prueba la ausencia de tilde en el diptongo presente en el futuro del verbo largar.

La llegada de Donald Trump al despacho oval ha supuesto desde el comienzo de la campaña electoral norteamericana un aluvión de exabruptos por parte del mismo, pero también la adopción de medidas referentes a la deslocalización de empresas y sobre política migratoria que no lo son en absoluto. Respecto a la segunda cuestión cabe recordar que el señor Bill Clinton lanzó la "Operación Guardián" que creó 600 kilómetros de muro y unos 800 de barreras en la frontera entre México y Estados Unidos y que la era Obama rindió mas deportaciones al sur que la suma de los deportados por todos los presidentes norteamericanos del siglo XX.

En Europa ha llegado el desbordamiento total. Por ejemplo, nuestro muro en Melilla no impide que la población musulmana supere ya el 50% y que Ceuta vaya camino de ello. La falta de precisas políticas sociales ha hecho de barrios como La Cañada en Melilla y El Príncipe en Ceuta, donde la policía se lo piensa dos veces antes de entrar, caldos de cultivo idóneos para la droga, la delincuencia y el extremismo fanático. Es la aleatoria fortuna de nacer entre necesidades o rodeado de comodidad.

Resulta lógico y natural que los desafortunados deseen mejorar y peleen por su supervivencia, pero también que la población autóctona no vea con buenos ojos que le coman toda la tostada. Encomiable, por citar uno de los muchos adjetivos superlativos que merecen, es la labor de los que a través de las misiones y ONG's contribuyen con su presencia en los paises del Tercer Mundo a paliar la pobreza. Y la misma valoración positiva es aplicable a todos aquellos defensores de las puertas abiertas sin control a la inmigración que hayan reclamado una familia de inmigrantes a cargo de su patrimonio. ¿Conocen a alguno de éstos últimos? Yo, no.

Desde el año 2015, los cuerpos y fuerzas de Seguridad han detenido en España 185 terroristas islamistas. Y con este panorama, un sector de nuestra casta política está preocupado por la emisión de la misa católica en TVE. A alguien que carece desde hace años de televisión y no va a misa, que es mi caso, le entristece que se presenten en el Congreso de Diputados proposiciones para suprimir la retrasmisión de la misma, sin mencionar los programas que otras confesiones tienen en antena. Atacar el catolicismo es fácil, cómodo, sale gratis.

En el centro docente "President Salvans" de Tarrasa, los miembros del equipo directivo, muy nacionalistas y bilingües ellos, redactan las notificaciones solo en catalán y árabe y ante la presión de las familias musulmanas han suprimido el cerdo de la dieta escolar con lo que en un colegio, hasta el día de hoy español, está prohibido comer un bocadillo de jamón o uno de chorizo.

En Francia, el Frente Nacional de Marine Le Pen tiene unas espectativas de voto considerables, el avance del Ukip en el Reino Unido y del AfD en Alemania es notable y en Autria el voto masivo por correo otorgó por los pelos la presidencia del gobierno al candidato ecologista Alexander Van del Vellen en detrimento del xenófobo Norbert Hofer. Similar evolución del panorama político puede observarse en los paises nórdicos, Holanda, Hungría y Polonia, simplemente porque hay muchos votos que intentan conservar al menos un trocito de la tostada. O realizamos un control coherente de las fronteras e integramos debidamente a los que ya están aquí, mejorando ostensiblemente el nivel de vida en las barriadas marginales, evitando situaciones como la acontecida en el colegio tarrasense y dejando de dispararnos al pie en forma de mociones no de Ley, o acabaremos todos en un sitio parecido o peor que en el agua del oceáno.

Dice el chiste que dos individuos, al acabar su jornada tras largas horas pidiendo en la calle, se preguntan mutuamente por la recaudación obtenida. "Yo solo conseguí 3 euros, ¿tú?" "Yo algo mas, 3000", contesta el otro. Asombrado, el primero interpela: " Qué bárbaro, ¿qué pusiste en tu cartel?". "Me faltan 6 euros para volverme a mi país" fue la respuesta.

Algunos opinamos y una inmensa mayoría guarda silencio por ajustarse a lo políticamente correcto, aunque tengo la intuición de que la mayoría de los españoles estaríamos muy gustosos de colaborar con nuestro esfuerzo para que el tipo del chiste consiguiera los 6 euros.