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Abogado

Primarias

Los procesos congresuales de los partidos y sus métodos para elegir a los dirigentes

Gusta mucho últimamente esto de celebrar primarias en los partidos. Se ha puesto la cosa de tal manera que quien no se monta unas primarias es muy poco demócrata y no regenera nada, que son dos gravísimos pecados capitales cuya absolución está reservada a la Santa Sede. Podríamos decir que un partido que no organiza primarias casi ni es un partido, sino más bien un entero.

Este invierno hemos tenido más primarias que nieve. Tres de los gordos ya han concluido sus procesos satisfactoriamente. Comenzó Ciudadanos, que para estas cosas siempre está al último grito, y resultó un aborto porque no llegó a nacer, ya que sólo había un candidato y parece poco presentable no tener más que una papeleta para votar, que la cosa huele a adhesiones inquebrantables. Luego vino la larga estación de penitencia de Podemos, en la que desfilaron en encontradas procesiones los profesores nazarenos haciéndose jirones sus togas entre el morado, el lila y el granate. Acabó el ciclo invernal con el congreso del PP, en el que hubo secundarias, porque las primarias las dejaron para los congresillos de la capital y de provincias, en los que se manifestó cumplidamente la unidad de destino en lo universal, como definía a la nación José Antonio, que concebía la política en términos de poesía astronómica de tanto andar cara al sol y haciendo guardia sobre los luceros.

Sólo quedan las primarias del PSOE, que comenzaron con el sanmartín anticipado de Pedro Sánchez y que se dilatarán hasta más allá de que se corten las calas para llevarlas a porfía e, incluso, que se apaguen las hogueras de San Juan y vuelvan las xanas a donde solían. Son estas las primarias más primarias de todas las primarias, que ya podemos decir que son terciarias, como las fiebres, pues se prolongarán por más de tres meses y tres serán los candidatos, tres.

Ya conocíamos desde hace tiempo que se presentaba el vizcaíno Patxi con el apellido maketo López, porque ya se sabe que los de Bilbao nacen donde les da la gana y, por las mismas, también se apellidan como quieren. Dicen los mentideros que es un telonero porque tiene pocos posibles. Den por descontado que no tiene pito que tocar, a la vista del lema de campaña que ha elegido, que es en parte impronunciable. "Con Patxi ganamos tod@s". Ya me dirán como se puede leer ese "tod@s". Propiamente tendría que ser "todoncequilosymedios", porque ese símbolo injertado es el de la arroba, que es una medida antigua equivalente a 11,508 kilogramos y que ahora sólo se usa en algunos lugares para el peso de los gorrinos en canal. Lo tiene crudo.

Ante la postulación prematura del antiguo lehendakari a las primarias socialistas, el difunto político Pedro Sánchez resucitó al tercer día, dejando vacío el sepulcro donde creían haberle enterrado los barones capitaneados por nuestro sesudo Javier Fernández desde su mecedora. En loor de multitudes se anda recorriendo las Españas de cuerpo presente y luminoso, como corresponde a cualquier resurrecto. Hasta ha cambiado su complejo y elaboradísimo programa "No es no", cargado de esencias y matices ideológicos finísimos, que ha trasformado en "Sí es sí", cuya profundidad filosófica lo aproxima a la "Suma Teológica" de Santo Tomás de Aquino.

Estábamos en un "ay" porque la ansiada Susana Díaz no terminaba de decidirse a atravesar Despeñaperros, que allí cayó Miramamolín en la batalla de las Navas de Tolosa. Ya es seguro que entrará en la discordia para completar la trinidad de las primarias socialistas. Lo que de momento no sabemos si a la intrépida sevillana le harán el programa de campaña Los Morancos, que andando en primarias todo puede ser.

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