Avilés goza de un más que importante tejido asociativo, es un hecho. En la primera feria avilesina de asociaciones (FAVA) de este pasado sábado quedó más que claro. La importancia de ese acto va más allá de la mera posibilidad de publicidad y promoción para las entidades asistentes, y debemos ser conscientes de ello. Sin lugar a dudas hay que felicitar tanto al Ayuntamiento por la iniciativa, como a todas las personas de las diferentes entidades que hicieron posible el acto y que, gracias a él, las diferentes asociaciones pudimos compartir nuestra labor, conocer también el trabajo de otras y, en definitiva, hacer familia, generar red, crear tejido.
A pesar del emplazamiento en el extrarradio de la ciudad, la afluencia de público durante toda la jornada fue sin lugar a dudas elevada, más teniendo en cuenta que se estaba celebrando simultáneamente el Campeonato de España de Duatlón por Clubes. Muchas fueron las personas que se acercaron a conocer el trabajo de las diferentes asociaciones que hay en la localidad, y esto no es más que el reflejo de la importancia de ese trabajo y de la presencia del tejido asociativo.
El papel de los movimientos sociales en el progreso de una ciudad es un factor clave que por su idiosincrasia impulsa de forma firme sensibilidades, preocupaciones, necesidades de la ciudad que desde otros organismos o entidades supone mucho más difícil y complejo llevar a cabo. Los movimientos sociales son el continuo e imparable empuje de las políticas, ya que éstas, debido al gran número de factores que deben tener en cuenta a la hora de innovar resultan poco eficientes para estos menesteres. Las asociaciones no solo son importantes, somos necesarias.
La asociación Sociart nace con el espíritu de poner en el tablero conceptos educativos basados en los métodos y las teorías científicas más novedosas e innovadoras. Creemos que es necesario hacerlo, precisamente debido al bloqueo generado en el sistema educativo, incapaz de actualizarse al mismo ritmo que lo hace la sociedad. Desde que empezamos a principios de este mismo año hemos defendido con firmeza que la sociedad demanda este tipo de planteamientos y que este hecho no hace más que aumentar cada año. Cada paso que damos en el proceso confirma nuestra aseveración. En la I FAVA tuvimos el stand con gente interesada prácticamente en todo momento pidiendo información y contacto, llegando a tener cola de personas que querían hacer el test de inteligencias múltiples que habíamos llevado, más a modo de juego que de otra cosa, pero que reafirmaba esa inquietud, esa necesidad.
Esperamos y animamos a que más gente se atreva a generar este tipo de iniciativas, sobretodo gente joven que entiende mejor esa carencia ya que la vive en su día a día. No hay que olvidar que somos el motor de la sociedad como nueva generación y que tenemos que sentir como nuestro deber el preparar el camino para las generaciones que vienen detrás.
