El verano está ya a la vuelta de la esquina sin que muchas zonas de la comarca hayan hecho los deberes para recibir a los miles de visitantes que llenarán durante los próximos meses las playas. Aunque recurrente, esta falta de regulación municipal para evitar los colapsos de tráfico en el litoral resulta catastrófica para la imagen turística de la zona y para la comodidad de vecinos y foráneos. El caos circulatorio y la escasez de aparcamientos se deben, en algunos casos, a la inacción de los ayuntamientos. Y en otros, como ocurre en Gozón, al escaso consenso político y al choque entre la Administración y los propietarios de las fincas próximas a los arenales. Por uno u otro motivo, los bañistas parecen condenados de nuevo a armarse de paciencia en sus coches antes de darse un chapuzón, más teniendo en cuenta que este año se prevé multitudinario. Algunas ineficiencias queman más que el sol.
