Ésta es una carta de agradecimiento para la Residencia Virgen del Rosario de Oviedo. Mi tía Visitación Fernández Sarasola acaba de morir allí después de dos años viviendo en el establecimiento residencia. Y todo el mundo se portó de maravilla, por eso queremos agradecer con estas líneas el cariño que nos demostraron. Las propias monjas llevaron el féretro y la ceremonia fúnebre fue preciosa. Los familiares de Visitación Fernández queremos dar las gracias a las monjas y a todas las compañeras y amigas, que colaboraron en todo y estuvieron arropándonos en el momento de la despedida. Con razón mi tía decía a menudo que la residencia se había convertido en su familia, y por eso reiteramos nuestro agradecimiento a toda la comunidad religiosa y a los colaboradores del centro.
