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Saúl Fernández

Crítica / Teatro

Saúl Fernández

Funny Games y otros terrores

La dramaturga uruguaya Denise Despeyroux (Montevideo, 1974) cuece el terror y lo sirve frío y los espectadores se desangelan. "El más querido", la obra que se representó antes de anoche en el Club del Niemeyer, es una comedia en la superficie y un cuento de hadas con brujo, en su profundidad. "El más querido" deja mal cuerpo en el espectador, le llena de ira, le dan ganas de saltar a escena... Joan Carles Suau (Claudio) compone un personaje que es hijo de Travis Bickle ("Taxi Driver") y es primo de los dos cabrones que asaltan la comodidad del hogar de "Funny Games". Despeyroux es como Michael Haneke: cultiva la violencia, la naturaliza y deja sin aliento a los espectadores.

"El más querido" se presenta como un vodevil, crece con las armas del Teatro del Absurdo y se transforma dando miedo. Suau, al principio, es un bello profesor de tenis -una cosa semejante al de "Matchpoint", de Woody Allen-. Da clase a dos mujeres mayores que él que, lanza en astillero, se lanzan hacia su belleza. Y la cosa crece y el personaje del profesor se transforma y emerge un torturador, un psicópata, un animal que no distingue la realidad, aunque la realidad se desmorone a su alrededor.

Lo óptimo de "El más querido" está en el planteamiento del espectáculo. El desarrollo -en un ir y venir del realismo al surrealismo- sólo es desconcertante. ¿Por qué se desnuda Claudio? ¿Por qué se vuelve a vestir? ¿Por qué Teresa (Carmela Lloret) está en casa de Charito (Sara Torres)? ¿Por qué regresa Charito? ¿Por qué se ha ido? ¿Quiénes son Teresa y Charito? Despeyroux dice que son amigas. Hay demasiadas preguntas que la autora no responde. Y es una lástima. La ficción -toda- tiene un vicio: la verosimilitud.

En "El más querido" sobresale el personaje masculino, pero no podría hacerlo sin el contrapeso de las dos mujeres a las que pisotea.Suau acongoja, Torres entristece y Lloret apena. Y con esas sensaciones uno sale del teatro con ganas de no vivir en el mundo enfermizo que ha inventado Despeyroux donde la música se mezcla con la amenaza, la humillación, con la monomanía...

Despeyroux es una prolífica autora dramática que se abrió hueco, poco a poco, en la escena alternativa madrileña, que es la subdivisión en donde se cocina la renovación. Escribió "La realidad", de "Por un infierno con fronteras" y también de "Carne viva". "El más querido" es relato gótico que emerge por el poderío de Suau.

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