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El rincón de la ley | Licenciado en Ciencias del Trabajo y graduado social

Feminismo injusto y rancio

Los controles y prohibiciones sobre vestimentas y actitudes de las mujeres en algunos trabajos

Proponer la limitación de la participación de mujeres como azafatas en eventos deportivos por cómo vayan vestidas, lleven top o pantalones cortos o den besos a los ganadores; criticar que una presentadora luzca en un programa transparencias, etcétera, por parte o desde las instituciones, a mi juicio, es contrario a derechos y principios consagrados en el ordenamiento jurídico, entre otras normas: Constitución española, Estatuto de los Trabajadores, Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y Declaración Universal de Derechos Humanos.

Así, se reconoce el derecho a trabajar, que comprende el derecho de toda persona a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente escogido o aceptado, y se tomarán medidas adecuadas para garantizar este derecho; toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo; todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio; las notas fundamentales y definitorias que deben bañar una relación laboral de voluntariedad de la prestación de servicios obedece a una decisión libre y voluntaria del trabajador y la dependencia supone que la prestación de servicios del trabajador se realiza dentro del ámbito de organización y dirección del empresario.

Distinto sería la limitación de prácticas que sean discriminatorias y/o no estén dentro de una proporcionalidad, atenten contra el honor o dignidad de las trabajadoras o perjudique su seguridad laboral, según el Tribunal Supremo.

A mayor abundamiento, realizar juicios de valor contra la libertad, tolerancia, respeto y sentido común de manera incisiva y precisamente por quienes se hacen acreedores de luchar por los derechos de la mujer no lo considero, cuando menos, aceptable. Nadie tiene el monopolio de la razón de cómo debe actuar una mujer o lo que está bien o mal para la lucha feminista. Qué error inquisitorial, sectario y contradictorio luchar por la libertad y la igualdad de la mujer precisamente juzgando y no luchando por la libertad y los derechos de otras. Una vez más se confirma que los extremos nada buenos, machismo y rancio feminismo, fascismo y comunismo, se tocan.

Feminismo, del francés "féminisme", y éste del latín "femina", mujer, e "-isme", -ismo. 1. m. Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres.

Éste es el derecho necesario, auténtico y real que hay que defender, garantizar, proteger y por el que hay que luchar. Sin verdades únicas, censuras, dogmas impuestos, intereses partidistas o personales, con respeto a otros derechos, ideologías y puntos de vista; sin controlar o decidir o tutelar la vestimenta o el trabajo que debe hacer una mujer -como si no fuera autosuficiente- lo que conduce a un efecto búmeran volviéndose contra los intereses y el empoderamiento de la mujer y a favor de los del heteropatriarcado.

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