La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Diario de a bordo

El irredentismo comarcal (XIII)

De los fuertes vínculos históricos del castillo de Gauzón, catalizador del actual territorio comarcano, a la Villa de Avilés

Podemos afirmar que hoy Raíces está en Castrillón. Pero? ¿es Castrillón? Parecería que no debiera haber dudas acerca de la respuesta. Pero ésta, como la mayoría de las cuestiones, es un tema complejo, con matices, y por eso no está de más que repasemos, antes de responder, algunos datos históricos.

El castillo de Gauzón había aglutinado en torno a sí, durante la Alta Edad Media, al territorio comarcal que más tarde conformaría el Alfoz de Gauzón. Una comarca cuyo centro se desplazará hacia Avilés, ciudad que, en 1309, confirma jurídicamente su preeminencia, recibiendo el Alfoz por concesión de Fernando IV. Es, en definitiva, el castillo de Gauzón o de Raíces, el inicio, el catalizador primero de lo que entendemos como Comarca de Avilés.

El canónigo de la catedral de Oviedo, Tirso de Avilés, que a pesar de su apellido era natural de Las Regueras y que vivió en el siglo XVI, recoge en su obra "Armas y linajes de Asturias y antigüedades del Principado" la heráldica de la región, así como su historia y tradiciones. De Avilés dice que es la villa más antigua de Asturias, anterior incluso a Oviedo. También nos narra la historia del linaje y blasón de la familia Avilés, o Alas, que emerge en sus orígenes relacionada con la invasión musulmana, en tiempos de Pelayo, y está también ligada a la resistencia de la comarca avilesina contra los sarracenos. La aparición de esta notable familia la describe así:

"?el apellido de los de las Alas es dentro de Avilés su solar, según se tiene entendido en el castillo de Raíces, y sus armas y su blasón es este: parece que tomando los moros la villa de Avilés, que fue fundada antes de la destrucción de España, un caballero llamado Martín Peláez de Avilés se retiró con los caballeros que pudo al castillo de Raíces, en el que se dice que había dos torres, una mayor que otra. Y se hizo fuerte en dicho castillo, y sabido por los moros le fueron a cercar y teniéndole cercado le tomaron una torre de la cual pusieron escalas para la otra y este dicho caballero de Avilés se defendió valerosamente y en la cual refriega cortó a algunos moros las cabezas, las cuales cayeron a los pies de las torres, y en lo alto de la torre donde estaba le apareció un ángel, que conoció ser así por las Alas que tenía, el cual le vio una cruz en las manos, y de la boca del caballero salió un verso que decía 'vindica domine causam tuam'. Y con aquel esfuerzo venció a los moros que le tenían cercado, contando lo susodicho al Rey Pelayo y, como había vencido a los moros este caballero, le dio por armas las dos torres con unas ondas debajo, una torre mayor que otra, y la escala puesta de una para otra, y las cabezas de los moros cortadas al pie del castillo, y las alas del ángel a los lados y el caballero defendiendo la torre y la cruz, de donde se tiene por ser cierto ser estas propiamente las armas de las Alas?son los de este linaje de las Alas muy principales en la dicha villa de Avilés y cabeza de bando en ella".

El blasón así descrito, es el escudo de armas de la familia Alas, pero también es considerado como las "armas viejas de Avilés"; es decir, el escudo heráldico más antiguo de la villa avilesina. Francisco Mellén, en su libro "Avilés, linajes y blasones", al hablar del escudo de la ciudad, recupera un documento que se conserva en la casa de un descendiente de la familia Avilés-Cascos. Es una "Certificación de armas a pedimento de Xpobal de Avilés Casco, vecino de la ciudad de Ronda del Reyno de Granada", emitida por Felipe IV en mayo de 1621. En el mismo se certifica el nombramiento de Juan Alfonso de Abilés como capitán que participó en la toma de Sevilla, y al que Fernando III concedió las armas de la nao, además de confirmar las que tenía por sus antecesores, y que habían sido dadas por don Pelayo a Martín de Avilés. En el documento se describen, por tanto, las "armas viejas" de los Avilés, así como las "armas nuevas".

El primer y más antiguo escudo de Avilés porta el peñón de Raíces y su castillo como emblema, y la familia del caballero que defendió la fortaleza frente al enemigo agareno recibe su nombre, Alas, de la leyenda de esa hazaña. Pero el escudo de armas no se corresponde solamente como propio de la familia, sino que es emblema de la propia ciudad, solar de la misma. Es el mismo escudo descrito un siglo antes por Tirso de Avilés.

Las "armas nuevas" de la ciudad, que también recoge el documento, se han identificado a partir del siglo XVII como representación de la hazaña de la reconquista de Sevilla. En ellas, aparece el río Guadalquivir o Betis y las dos torres que flanqueaban el puerto fluvial de la ciudad: la Torre del Oro y la Torre del Alcázar, en Triana. Sin embargo, algunos cronistas de armas y heraldistas hacen una interpretación más profunda, puesto que hay ciudades costeras de la costa atlántica española, pero también francesa o incluso inglesa, que tienen idéntico blasón, y no participaron en la reconquista sevillana. Según esta interpretación, el escudo representaría la entrada de la ría de Avilés, con los dos castillos que la custodiaban en sus márgenes, el castillo de Raíces y el de San Juan. Por tanto, en este segundo blasón de Avilés, o "armas nuevas", también estaría presente el castillo de Raíces. Como conclusión, el castillo de Gauzón, así como su emplazamiento físico, que es Raíces, forman parte intrínseca y están íntimamente ligados a la legendaria historia de los orígenes de Avilés.

Las evidencias arqueológicas sitúan los momentos iniciales del castillo de Gauzón en torno al siglo VII. Alfonso III el Magno reedifica la fortaleza en la segunda mitad del siglo IX, siendo a partir de ese momento, en el año 908, cuando el monarca ordena que la Cruz de la Victoria que Pelayo portó en Covadonga, fuese revestida en dicho castillo con el relicario de oro y pedrería con el que, actualmente, se conserva en la catedral de Oviedo.

Alfonso III, en el año 905, había donado en testamento a la catedral de Oviedo el castillo de Raíces o de Gauzón y, recoge textualmente el documento de donación, que lo entrega, "?con la iglesia de San Salvador que está dentro del mismo y la de Santa María que está debajo del peñón". La iglesia citada es la de Santa María de Raíces, que forma unidad con el castillo.

En 1181, Fernando II de León confirma en sus posesiones a los Caballeros de la Orden de Santiago, entre las cuales están, según consta en el documento, "?la iglesia de Santa María de Raíces y su coto, que no es otro que el de Raíces". O sea, que Fernando II nos está hablando en esta confirmación, del "coto de Raíces"; cuestión importante, puesto que los "cotos" eran tierras conformadas como jurisdicciones territoriales específicas.

En 1206, el castillo entra en la dote de doña Berenguela, hija de Alfonso VII de Castilla y mujer de Alfonso IX de León. Pues bien, en 1222, Alfonso IX dona a los Caballeros de Santiago, según consta literalmente "?el cillero real de Candamio y el Alfoz de Castrillón que está junto al castillo de Gauzón". Alfonso IX había estado en 1220 en Avilés, dos años antes de hacer la donación y, por tanto, conocía perfectamente la zona. En la donación citada, el Rey no incluye al castillo de Gauzón, ni a Raíces, en el alfoz de Castrillón, al que cita como territorio distinto, que está "junto a", es decir, es fronterizo con Raíces y su castillo.

En todos estos documentos podemos ver, primero, que el castillo de Gauzón está situado en el "coto de Raíces", en el que está también la iglesia del mismo nombre y, segundo, que este coto y su castillo e iglesia están junto a, o son fronterizos con, el Alfoz de Castrillón. Por tanto el coto de Raíces y alfoz de Castrillón son dos territorios y dos realidades jurisdiccionales distintas y fronterizas entre sí.

Más de trescientos años después, en mayo de 1420, en el documento que certifica la "Cesión de don Enrique, Infante de Aragón, a favor de Fernando González de Oviedo, vecino de Avilés, del lugar de Santa María de Raíces" con el objetivo de erigir un eremitorio en el que posteriormente se asentarán los franciscanos, se escribe que el Infante "? cede el lugar de Santa María de Raíces, cerca del castillo de Gozón, en el término de la dicha Villa de Avilés". Por tanto, sabemos que Raíces es identificado como una unidad territorial, un coto, que no está en el alfoz de Castrillón, territorio con el que linda y, además, sabemos que ese coto de Raíces pertenecía a la Villa de Avilés, en cuyo término está ubicado.

Y es que, efectivamente, Ordoño II en el año 857, en su testamento, había situado muy bien el alfoz de Castrillón: "Villam Castillione inter Naveces et Quilonium", por cual, se entiende que Castrillón no tome su nombre del castillo de Raíces, sino del "castro" que estaba situado entre esos dos lugares y que da nombre actualmente a una localidad castrillonense llamada precisamente así, El Castro, ubicada cerca de Piedras Blancas.

De todos estos documentos medievales podemos concluir, como afirma don Ángel Garralda en su libro "Avilés, su fe y sus obras" que, el alfoz de Castrillón estaba junto al castillo de Gauzón, es decir, no lejos, sino tan cerca que limita con él. Y también que el territorio también llamado "coto de Raíces" que incluía al castillo de Gauzón así como la iglesia y poblado de Raíces, no pertenecía al alfoz de Castrillón, sino que estaba ubicado en el término de la ciudad y concejo de Avilés.

Así sucedió, así se lo he contado a ustedes, y así queda anotado en mi "Diario de a bordo". Pero la historia continúa?

Compartir el artículo

stats