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El paso del trapero

Mecenazgos

La ampliación del Museo de Bellas Artes y la donación de obras por parte de Plácido Arango

La importante donación de Plácido Arango de 33 obras al Museo de Bellas Artes de Asturias que abarca un amplio periodo de la historia del arte, desde el siglo XV al XX (con piezas tan fundamentales como el "Retablo de la Flagelación", de Leonardo de Velasco, obras que refuerzan la colección barroca, y otras de artistas contemporáneos como Juan Muñoz, Cristina Iglesias, Rafael Canogar, Josep Guinovart, Millares y Darío Villalba entre otros), supone, sin duda, la consolidación del museo, que tras la ampliación llevada a cabo por Francisco Mangado y la acertada dirección de Alfonso Palacios ha incrementado significativamente el número de visitantes, entre otras razones gracias a una política de exposiciones temporales de excelente calidad.

Sin embargo, el propio Arango pide una mayor esfuerzo público para el Bellas Artes, que depende del Ayuntamiento de Oviedo y del Gobierno del Principado de Asturias. Porque, si hace una década, recibía 4.200.000 euros, hoy la aportación pública no supera los 1.800.000 euros, y lleva desde 2011 sin partida o con exiguos presupuestos para la adquisición obras. Al margen de la falta de personal y otras necesidades de mejora del edificio, cuya ampliación todavía se haya inconclusa y que no se pueden afrontar por falta de recursos.

Aunque no dispongo en estos momentos de los gastos de financiación y gasto público en cultura, así como gastos de consumo cultural de los hogares en Asturias, los siguiente datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte aportan una importante tendencia de todas las administraciones a la baja. En el año 2010, la Administración General del Estado invirtió 1.050 millones de euros, por los 1.769 millones de la Administración autonómica y los 4.042 millones de la Administración locales. El gasto liquidado en cultura por la Administración General del Estado se recortó en el periodo 2010-2015 en 378 millones, situándose 672 millones de euros, en la Administración Autonómica el recorte fue aún mayor alcanzando los 678 millones, quedando el gasto en 1.081 millones y en la Administración Local se perdieron 1.025 millones quedando para cultura 3.017 millones, cifras que suponen, en términos del PIB, en el 2015, el 0,06%, 0,10% y el 0,28% respectivamente. Y los recortes aún no se ha frenado, a pesar de la recuperación económica, y en el 2016 el gasto de cultura por la Administración General del Estado supuso un descenso con respecto a al año anterior del 1,4%, situándose en 663 millones.

Se lleva hablando de la Ley de Mecenazgo desde hace años sin que se haya hecho nada al respecto, con una idea centrada principalmente en las desgravaciones fiscales, sin estudiar que importancia va a tener lo privado en los contextos públicos, hasta que punto estamos dispuesto a una progresiva privatización de lo cultural por la dejadez de las administraciones, a permitir que laven la imagen empresas cuestionadas por sus altos índices de contaminación, por su trato discriminatorio o por encontrarse inmersas en una explotación salvaje de los recursos y de la población. Incluso el nuevo director del Museo del Prado, Miguel Falomir, quiere "democratizar el mecenazgo" y reclama que se invierta la tendencia actual con una financiación basada en generar un 70% de recursos propios y un 30% de las aportaciones del Estado y pase a un 60%-40%,lo que significa incrementar la aportación pública en casi 7 millones de euros.

Y si algo esta claro es que mecenas como Plácido Arango, con su generosidad, complicidad y sabiduría -rescatando obras salidas de España- rodeándose de equipos de asesores con solvencia, será difícil encontrar en las economías ultraliberales a las que nos encaminamos, con filántropos más preocupadas del márketing que del arte.

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