Vaya por delante que escribo este artículo en "español", básicamente porque me da la gana y porque entiendo que en Asturies existen dos lenguas que conviven pacíficamente y que cada uno debería poder utilizar de manera libre. También vaya por delante que esto es una cuestión de derechos, no de obligaciones ni imposiciones, y que yo ni soy "nacionalista" (ni asturiano ni tampoco español) y que me considero tan español como asturiano, hablando cualquiera de las dos lenguas. Y digo todo esto en relación al ambiente de crispación y descalificaciones que el PP está sembrando con respecto a la posibilidad de que el asturiano alcance el estatus jurídico que esa Constitución española que tanto dicen defender presupone para todas las lenguas del país.
Aparte de crear un debate artificial y echar una cortina de humo a los problemas que de verdad afectan a este país (y la corrupción es uno de los más importantes); lo que más me llama la atención es la absoluta falta de rigor y la visceralidad que el PP bascula a ese respecto. En España existen siete comunidades que aparte del español tienen además otra lengua propia; de esas lenguas, excepto el euskera, las otras tienen el mismo origen lingüístico que el español (y prefiero hablar de español y no de castellano, por la connotación de comunidad que tiene).
Pues el PP de Asturias intenta saltar todo esto por los aires. A los 18 millones de españoles (un 40% de la población del país) que además del español tienen como oficial en su comunidad otra lengua, el PP asturiano los llama nacionalistas y antiespañoles ¿Cómo se pretende construir un proyecto común de país sin el 40% de los habitantes? ¿Es más española Cherines que Feijóo o que el propio Mariano Rajoy que son gallegos?¿Era Manuel Fraga un irredento nacionalista? Las respuestas son obvias y alguien con dos dedos de frente en el PP debería poner un poco de sentido común en este despropósito. Se puede estar a favor o en contra de que el asturiano sea oficial, pero dejemos la descalificación y la visceralidad y afrontemos el debate con el debido rigor.
Según los expertos, si el asturiano no da el paso a la oficialidad, en una generación habrá desaparecido y eso es así empíricamente; cada año en el mundo desaparecen docenas de lenguas y el asturiano lleva ese camino. Tan legítimo es que no te importe su extinción, o la del oso pardo, como que pretendas su salvación, pero no caben eufemismos a ese respecto (asturiano sí, pero en la intimidad). Luego el modelo legal ya se discutirá en el momento oportuno y por la gente a quien competa esa cuestión.
El problema del PP con el asturiano es otro, es lo que un amigo mío denomina "el síndrome de la pila cucho". Han sido tantos años de considerar que el hablar asturiano era "hablar mal" y que era una lengua propia de aldeanos, de obreros, de pobres y de ignorantes que al PP (y a otra derecha sociológica y sicológica en otros partidos), ese mensaje les ha calado hondo.
Al PP le avergüenza el asturiano porque les avergüenza recordar que en el fondo, la mayor parte de los asturianos venimos de ese mundo obrero y rural que "fedía a cucho"; esa gente que tan visceralmente se avergüenza del asturiano son los mismos que vivían en Piedras Blancas o Raíces y decían ser de Salinas, o que siendo de un pueblo de Gozón, sin embargo decían que eran de Luanco (y lo digo con respeto a todas estas poblaciones). En esta comarca conocí a un médico que decía que sus padres habían muerto para evitar que les conociesen, porque eran campesinos de un pueblo de montaña y solo conocían el asturiano. Quizás sea porque en la escuela se rieron de ellos por "hablar mal" y quieren olvidar ese pasado obrero, campesino, de pueblo? y creen que desapareciendo el asturiano nunca más olerán a "cucho"; sin embargo la sombra de la "pila cucho" ye muy alargada y hay olores que nunca se quitan.
