Pocas organizaciones han alcanzado en la comarca avilesina el éxito de DXC (hasta hace un año CSC) durante la última década. Las oficinas que la firma especializada en servicios tecnológicos tiene en el parque empresarial no sólo cuentan con clientes en medio mundo sino que se han convertido también en una máquina de crear puestos altamente cualificados, con más de mil empleados y subiendo. Ahora, la compañía dará un paso más en esa estela triunfal con un acuerdo con la Universidad de Oviedo que le permitirá captar talento entre el alumnado asturiano, dando ejemplo de una colaboración entre el sector privado y la institución académica que brilla por su ausencia demasiado a menudo, para desgracia de los nuevos titulados. DXC marca la pauta de la verdadera reconversión del siglo XXI: innovación, integración con el entorno socioeconómico y trabajo de calidad.
