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Ventanal

Los Presupuestos y el Aberri Eguna del PNV

La negociación de las cuentas y el papel clave de los nacionalistas vascos

La deriva política de la cúpula del PSOE está llegando a extremos radicales, incomprensibles en una fuerza política que exhibe su centenaria trayectoria de servicio, dicen, a la sociedad española, predicando la solidaridad entre las gentes de España y la negación de privilegios corporativos y territoriales. Fueron políticos socialistas los que lucharon para acabar con los cupos del País Vasco y Navarra en el siglo XIX y XX, pero eso ahora es historia.

Pues bien, la ejecutiva de ahora que obedece a Pedro Sánchez más que a los sentimientos de sus votantes y a la posición tradicional del partido ha decidido boicotear los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 elaborados por el Gobierno, dejando su viabilidad en manos del PNV.

Rajoy ha reiterado su voluntad de negociación, al igual que ha hecho, y con éxito, con Ciudadanos, por la absoluta necesidad de dar un fuerte respaldo a la estabilidad política amenazada por los soberanistas y asegurar la ruta de crecimiento para llegar a 2020 con garantías de un descenso significativo del índice de desempleo, saneamiento financiero y cumplimiento de las exigencias comunitarias.

Los PGE propuestos han sido calificados como los más sociales desde 2007. El catálogo de beneficiarios es largo; funcionarios, trabajadores de rentas bajas, pensionistas (parte), becas, I+D, cine y otras partidas, que podrán no ser suficientes pero que alivian y están en función de los recursos posibles. Dicen que Montoro está reconocido a nivel europeo por su acreditada experiencia en formalizar las cuentas del Estado.

El PNV ha reiterado que mientras siga vigente el artículo 155, aplicado en Cataluña, votará en contra para poner a Rajoy al borde de la mayor crisis institucional. Sin presupuestos y con el desafío catalán al rojo, el Gobierno puede entrar en liquidación. Con estas posibilidades, juega toda la izquierda usando la palanca hipócrita del PNV. Hoy, día de Resurrección, todos los partidos separatistas vascos y navarros celebran el Aberri Eguna, el día de la "Patria Vasca", con actos en Pamplona y Bilbao. A la luz de los mensajes de Bildu, Bai, Sortu y el líder Ortuzar, hay que avanzar en la soberanía porque el Estatuto de Guernica se ha quedado corto; y lo mismo dicen los "vasquistas" navarros respecto al amejoramiento del Fuero. En esta ocasión, además de solidarizarse con los golpistas, piden el amparo de la UE, como en su día el Gobierno vasco pidió ser un protectorado de Gran Bretaña. La locura de estas gentes no tiene límites. La respuesta del Gobierno debe ser aplicar restricciones en el cupo y ralentizar inversiones en Euskadi. Es lo que se merecen por su política torticera que llega a amparar los Comités de Defensa de la República (CDR), promotores de la kale borroka catalana copiada de la Jarrai vasca. Y esto lo hace un partido de derechas bendecido desde las sacristías.

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