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Eloy Méndez

Taza y media

Eloy Méndez

El Germán

Algo se apagará en Avilés dentro de unos días con el cierre del Germán, mucho más que un restaurante para generaciones de comensales. Fue sede de tertulias no siempre elevadas, foco de actividad cultural y parada obligada para cualquiera que estuviera de paso, desde primeras figuras nacionales del arte y la política a perfectos desconocidos en busca de un bocado. Cuentan los clásicos que todo lo que pasaba en la villa encontraba eco entre esas cuatro paredes, que aún conservan las huellas de tiempos gloriosos. Es difícil dar con algún asturiano que no se asomase de niño a su barra acompañado de padres o abuelos. Lugar de culto, referente de Sabugo y negocio familiar de principio a fin, más de ocho décadas dirán adiós el Primero de mayo. Ya no habrá ensaladillas rusas del Kremlim ni huevos a la flamenca que "ni Lola Flores". Quedarán los recuerdos. Esos nadie los puede cerrar.

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