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Adjunto a la dirección de KiwiNatur

Agricultura moderna, futuro perfecto

Las constantes inundaciones y otros problemas en las plantaciones de kiwis de la comarca

Hace ya unos meses tomé un nuevo rumbo en mi vida profesional. Sin casi darme cuenta me veo envuelto desarrollando mi actividad profesional en el sector primario dentro del sector de la agricultura. Sector éste envolvente a tal punto, que es un placer pasear por fincas cultivadas de kiwi y otros cultivos, viviendo todas las etapas y procesos que durante todo el año gentes enamoradas de su actividad, mantienen con mimo y delicadeza suprema.

Pues bien. Parémonos en este punto un instante y reparemos en dos provincias españolas, Almería y Huelva, que si bien es cierto carecen de la problemática que con los ríos tenemos por el Norte de España con sus desbordamientos, han hecho un modelo de trabajo sin igual, que han convertido en un "know how", o lo que es lo mismo, han puesto en práctica un conjunto de conocimientos técnicos y administrativos que son imprescindibles para llevar a cabo un proceso eminentemente mercantilista. Es lo que uno entiende y que además da título a este artículo: "Agricultura moderna, futuro perfecto".

Preguntémonos ahora, en este punto: ¿tiene la agricultura algún futuro en el mundo? Permítanme contestar en este caso por ustedes. Y la respuesta en mi opinión es un taxativo "sí".

Puestos ya en esta afirmación, enumeremos pues los ingredientes necesarios para convertir aquella pregunta de antes, en una realidad, y además situémonos y concretemos hasta la zona en este caso. La zona de Asturias conocida y denominada como Bajo Nalón.

Tenemos Empresas decididas a apostar por este sector, el agrícola. Tenemos pues a empresarios que deciden arriesgar e invertir en zonas que en principio, saben que son inundables, pero que también saben que por tal circunstancia y debido al fruto que cultivan, los desbordamientos de los ríos hasta les son beneficiosos. Pero volvamos a hacer un alto de nuevo. El río, queridos lectores, no tiene cerebro para poder pensar como nosotros y discurre por su cauce a su libre albedrío, y en ocasiones hasta forzado por otros intereses, llevando tras de sí tierras, árboles y todo lo que a su paso encuentra.

¿Qué hacer entonces en esta circunstancia? Pues lógicamente denunciar los hechos ante las administraciones correspondientes y que sobre el río tienen jurisdicción. Es ésta una coyuntura que viene denunciándose durante bastantes años atrás y así éste, sin ir más lejos, a uno de los kiwicultores de la zona, el río le ha llevado 189 árboles y su correspondiente y considerable trozo de tierra fértil. Un auténtico despropósito en una agricultura con vocación de moderna y de futuro, que ve casi vetado su devenir por no entender en las administraciones, lo que acaece en estas vegas pravianas, o al menos eso es lo que demuestran, dada la pasividad e inoperancia mostrada ante un asunto tan relevante para la economía de toda una comarca. En descargo de las administraciones afectadas, podemos decir que sí que apuntan una vaga solución al tema. Siempre que los afectados se atengan a la norma vigente y con los estudios medioambientales correspondientes (que en ningún caso correrían a su cargo) podrían iniciarse unos trámites para poder defenderse del río, que en el mejor de los casos podrían sobrevenir no antes de cuatro años por lo menos, dada la pesada y lenta estructura administrativa que rige entre otros nuestros destinos empresariales.

Estamos en pleno siglo XXI, soy prácticamente lego en asuntos agrícolas, soy consciente de que la problemática medioambiental prima sobre otros intereses, soy consciente por otra parte que existen medios y formas modernos de poder dar soluciones que contenten a todas las partes, pero con todo y con esas me pregunto entonces, ¿seguirán desde los órganos competentes en solucionar la anteriormente descrita problemática, consintiendo y favoreciendo la caótica situación que los agricultores de esta Comarca sufren año tras año? Una respuesta inteligente a la pregunta planteada sería a mi entender: "Señores, hasta aquí hemos llegado". Y hasta aquí hemos llegado porque estamos poniendo en juego muchos puestos trabajo, la creación de empresas y, lo más grave, estamos conteniendo la inversión de los que están, porque quieren seguir creciendo y no pueden, y los que quieren venir, que dadas las circunstancias prefieren llevar la inversión a otros lugares.

¿Cuándo seremos en Asturias agricultores modernos con futuro perfecto?

Sencillo: "cuando nos dejen".

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