Fundado en 1952, el Santiago de Aller es uno de los equipos con mayor tradición en las Cuencas Mineras. El conjunto allerano ha pasado por grandes momentos a lo largo de su historia. Una de las citas que destaca por encima del resto es la participación en la Copa del Rey de la temporada 1993-94. El cuadro azul, que por aquel entonces competía en Tercera División, se clasificó para este torneo aunque cayó en primera ronda frente al Lealtad de Villaviciosa.
Los tiempos de gloria permanecen en el recuerdo en el club, pero a día de hoy, la realidad es bien distinta. El Santiago de Aller pelea por evitar la desaparición . Castigado por las deudas de anteriores directivas, la nueva junta gestora que se ha hecho cargo de la entidad, presidida por Guillermo Agustiño, trata de buscar ideas y recursos debajo de las piedras para no dejar morir a este histórico. "Al acceder al club nos encontramos con muchos descubiertos y nos está tocando trabajar diez veces más de lo previsto", admite el presidente.
Una de las principales novedades del club en la presente temporada es la creación de las categorías inferiores, algo inédito en el Santiago de Aller. "Si morimos, queremos hacerlo con las botas puestas, dando un aliciente a la gente de la zona para que vean que esta nueva directiva ha creado un proyecto serio y que queremos evitar la desaparición", asegura Guillermo Agustiño. El presidente del club, jugador de la primera plantilla hasta la temporada pasada, ha asumido las riendas de la gestión. En el proyecto de creación de categorías inferiores, se encontraron con algunos socios reacios debido al temor existente acerca de aumentar los gastos. "De momento, el equipo juvenil no nos ha dado pérdidas", expone el presidente.
Más allá de los asuntos económicos, la temporada está siendo muy positiva en el conjunto juvenil. El equipo entrenado por Luis Estrada marcha en la séptima posición del grupo cuarto de Tercera juvenil. "Es un buen equipo y hacen un gran grupo", destaca el presidente. Además, Agustiño explica que todos los futbolistas son naturales del concejo de Aller, algo que considera "positivo". Y es que para el presidente, es importante que los chavales puedan presumir de "haber jugado en un equipo histórico, en el que jugaron sus padres o sus abuelos".
La recuperación de las categorías inferiores responde a varios argumentos. Desde el Santiago de Aller querían poner la primera piedra de un proyecto para sacar al club adelante. Además, existía mucha demanda por parte de los padres y desde el entorno del fútbol les animaron a dar este paso. "Todo lo que hacemos es por y para los chavales", apunta el presidente.
Uno de los detalles que se ha querido respetar en la presente temporada es la recuperación del rojo como segunda equipación. "Volvimos a los orígenes del club y nos percatamos de que esta era la equipación reserva original", argumenta el presidente. La primera sigue siendo el habitual azul y blanco.
El club busca colaboradores para su junta directiva. Actualmente, cuatro de los cinco miembros no le pueden dedicar mucho tiempo ya que trabajan. Además, la mayor parte de la directiva está compuesta por jugadores de la primera plantilla del club. "Si contáramos con más apoyos en la junta, podríamos abarcar más cosas", explica Guillermo Agustiño y hace un llamamiento a la gente del concejo para ayudar.
El Santiago de Aller disputa sus encuentros en el Federico Mulas, de hierba natural. Sin embargo, la presencia del equipo regional y del juvenil hace inviables los entrenamientos en este terreno de juego, lo que obliga al Santiago a desplazarse a las instalaciones deportivas de Caborana, con el elevado gasto económico que supone. "Nosotros pedimos a las instituciones que nos tenga en cuenta como un equipo del concejo para reducir los gastos de alquiler", explica Agustiño.
El Santiago de Aller cuenta con una magnífica oportunidad para revivir su glorioso pasado gracias a las categorías inferiores. Para el presidente, "el objetivo del club es que la cantera sea la llave de la supervivencia" y así lograr que un histórico no diga adiós a sus 63 años de vida.
