Se acerca el momento más esperado. La cuenta atrás ya ha comenzado para que el Santa Olaya albergue el LIX Campeonato de España Absoluto de Invierno en piscina corta, que comenzará el próximo viernes 27 en las instalaciones del club gijonés. Una competición que se alargará hasta el domingo 29 de noviembre y que contará con cerca de 600 nadadores, los mejores de la élite nacional. Todo está ya listo. El club ha elaborado un minucioso trabajo para cubrir las necesidades impuestas por la Federación Española de Natación. A falta de siete días para el pistoletazo de salida, todas las previsiones se encuentran a la orden del día.
Desde el momento en el que el Santa Olaya conoció la concesión de este prestigioso campeonato, las labores para realizar los distintos preparativos que rodean la gran prueba no han cesado. El coordinador general del club Emilio Nuñez y el gerente Alfonso Menéndez, han trazado una hoja de ruta que se está cumpliendo a la perfección para que ningún detalle se quede en el olvido. "Hemos tenido que variar algunas infraestructuras del club para lograr por ejemplo una mejor ubicación para los deportistas, también hemos creado un acceso directo entre el gimnasio de los nadadores y una pre-cámara donde se realizará el control y la homologación de los bañadores", explica Emilio Núñez sobre las obras realizadas en las instalaciones. La competición tendrá lugar en la piscina olímpica, que será partida en dos para cumplir con los 25 metros establecidos para este evento -piscina corta.
600 nadadores procedentes de alrededor de 130 clubes, 200 técnicos y auxiliares que les acompañan, 16 cronometradores, 25 voluntarios a pie de piscina y 15 personas más que se encargarán de otros detalles técnicos necesarios para la competición, a los que se suma el grupo de trabajo del club. Son alguno de los números que engloban la competición, a los que hay que sumar el público asistente en las gradas, lo que lleva al Santa Olaya a sacar a relucir el mejor de los cuidados. Una circunstancia que ya ha ofrecido en el pasado albergando con éxito eventos de la misma magnitud. Esta misma competición no se celebra en el club desde hace catorce años. Los tiempos han cambiado. "Desde que nos concedieron la competición uno ya empieza a darle vueltas a todo. En 2.001 había menos de la mitad de los competidores que en esta edición y son circunstancias distintas porque, además, estamos en año olímpico y hay el máximo nivel posible en el agua", explica Emilio Nuñez. Cada detalle marca la diferencia y en ese aspecto, el Santa Olaya es cuidadoso.
El club ha trabajado de la mano junto a la colaboración del Ayuntamiento de Gijón para hacer frente a una competición sin compensación económica, pero en la que Emilio Nuñez explica que es beneficiosa para todas las partes. "Por supuesto que compensa. Deportivamente es una motivación, también para la imagen de la ciudad y en lo económico es lo comido por lo servido", analiza. Hasta el momento, los preparativos marchan a buen ritmo y solo resta por cubrir pequeños detalles "como el soporte informático, pero está todo previsto". El Santa Olaya está listo y deseoso de acoger una de las competiciones más atractivas del ámbito nacional. El resto del éxito, corresponderá a los grandes protagonistas, los nadadores.
