"El Campeonato de España cadete del Floorball Lena fue un milagro y ahora el club vive una realidad más acorde a la localidad en la que está". Así resume Pablo Yagüe, el coordinador del Floorball Lena, la realidad del equipo. El conjunto lenense se retiró esta temporada de la competición en Liga Nacional, pero lo hace para coger impulso y piensa en regresar durante los próximos años para repetir los éxitos del pasado.
Ahora el Floorball Lena cuenta con una cantera de casi cincuenta jugadores. Las escuelas se reparten en tres centros educativos (Jesús Neira, Vital Aza y Campomanes), mientras que otros jugadores de más edad se entrenan directamente en el club. "Ahora contamos con una vertiente más lúdica, más recreativa que antaño", destaca Pablo Yagüe.
Y es que durante la última temporada, el equipo lenense acusó la falta de efectivos en una Liga Nacional en la que finalizaron en el último lugar. "Con seis o siete jugadores llegábamos muy justos físicamente al final de los partidos", rememora el coordinador. Los rivales aprovechaban esta inferioridad para deshacer la igualdad en encuentros que hasta el momento estaban muy reñidos.
La falta de personas que practiquen este deporte en Asturias es el principal handicap para el Floorball Lena. "Si las mismas personas entrenan a los equipos, tienen que arbitrar los partidos y después compiten en Liga Nacional terminará con ellas muy quemadas y desmotivadas", apunta Yagüe. En Liga Nacional, el grueso de los desplazamientos era a la Comunidad de Madrid, donde este deporte se encuentra muy implantado.
El Floorball Lena ha transformado su mentalidad. De la competición a una filosofía más lúdica y recreativa. Tampoco queda exenta la labor social que realiza. Por ejemplo, próximamente se va a impartir un curso entre profesores asturianos de Educación Física. "Creemos que el floorball se encuentra instaurado en los colegios, pero no pasa de una mera actividad escolar", admite Yagüe. Por ello buscan que los docentes se impliquen a la hora de buscar apoyos y lograr que esta modalidad deportiva cuente con más respaldo.
Además, en Pola de Lena se realizó un campus durante las pasadas vacaciones navideñas, el cual ¡contó con una gran aceptación por parte de los menores.
Ahora, el club lenense realiza torneos entre sus equipos de las escuelas. Una vez al mes, los jóvenes jugadores compiten entre ellos. "Se trata de una manera de que vayan aprendiendo este tipo de valores que transmite el deporte", remarca el coordinador del club.
El floorball es un deporte con una gran tradición en los países nórdicos. Se juega a tres tiempos de 20 minutos cada uno y la dinámica es similar a la del hockey, pero sin patines. Dos equipos de seis jugadores se miden en una cancha con las medidas del fútbol sala o balonmano. El objetivo no es otro que marcar más tantos que el rival.
El Consejo Superior de Deportes todavía no reconoce al floorball como deporte, por lo cual no puede contar con una federación propia. Lo que sí proponen es que la Federación de Hockey Hierba acoja al floorball como modalidad, "algo que no les interesa", resume Pablo Yagüe. Sin embargo, se espera que para las Olimpiadas de 2020, el floorball sea deporte olímpico, lo cual "constituiría un fuerte impulso para nosotros", remarca el coordinador.
Atrás quedan los éxitos del pasado, con el equipo logrando el séptimo puesto en Liga Nacional o los títulos en categoría cadete. Las jóvenes promesas del Floorball Lena se reúnen en el pabellón Jesús Suárez Valgrande para seguir mejorando sus habilidades con el stick y para desarrollar una actividad deportiva. La cuota de inscripción es, además, casi gratuita; cinco euros al mes. "Contar con un grupo de casi medio centenar de chavales, en una localidad como Pola de Lena, donde convivimos con fútbol, baloncesto y hockey patines está muy bien", destaca Pablo Yagüe.
El Floorball Lena trata de sentar las bases de su recuperación. "Dentro de tres o cuatro temporadas podríamos volver a contar con equipo de Liga Nacional", asume el coordinador. Se trata de dar un paso atrás para coger impulso.
