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La Caridad mira al futuro

El club de El Franco, que cuenta con siete equipos en su estructura deportiva y con aproximadamente cien jugadores, basa su filosofía en el trabajo con la cantera

Equipo benjamín. irma collín

Potenciar y trabajar con la cantera para que se convierta a corto plazo en sustento del primer equipo. Con esta filosofía trabaja La Caridad, una entidad histórica que ya suma 75 años de vida (se fundó en 1941). El equipo de El Franco cuenta con una estructura deportiva formada por siete equipos, cinco de ellos federados. Y es que La Caridad tiene formaciones desde categoría regional, hasta minibenjamín, pasando por cadete, infantil, alevín y prebenjamín. "Nuestra idea es trabajar con la cantera, trabajar con la base para que los jugadores lleguen al primer equipo", dice Jesús Trabadelo, presidente de la entidad, cargo en el que cumple su cuarta temporada. Trabadelo conoce bien el club. No en vano lleva vinculado a La Caridad cuatro décadas. Fue jugador, entrenador, directivo y ahora presidente, cargo al que no se presentará en las próximas elecciones que se celebrarán a final de temporada. "Me tocó hacer de todo", dice, mientras recuerdas episodios pasados.

La Caridad suma alrededor de 100 jugadores que cada fin de semana defienden la camiseta del club. Así, el regional, que milita en Primera, está dirigido por Pablo Barbón. El conjunto marcha en la parte media-baja de la tabla y su objetivo es la permanencia. Por su parte, el cadete, que juega en Tercera, está comandado desde el banquillo por David González y ocupa una posición cómoda en la clasificación. Al igual que el infantil, también en Tercera, que está entrenado por Gervasio López.

El cuerpo técnico de La Caridad se completa con Rodrigo Villabrille, que dirige al alevín de Tercera, y con Cristóbal Iglesias, que entrena al benjamín. Además, David González y el propio Jesús Trabadelo llevan las riendas del prebenjamín y el minibenjamín, los dos equipos no federados del club. La filosofía de la entidad es muy clara. Además de mantenerse y en la medida de las posibilidades seguir creciendo, la idea de los gestores del club sigue una línea bien definida. "Nuestro fin es la educación deportiva, que los niños se lo pasen bien, que jueguen al fútbol y que compitan", indica el presidente de la entidad. Y todo ello aderezado con un ingrediente fundamental: "El respeto a los compañeros, a los rivales", pero no solo por parte de los jugadores, sino que también es extensible a todos los que forman la familia de La Caridad: directivos, entrenadores, colaboradores, familiares.

Como en la mayoría de los clubes, la parte económica es el caballo de batalla de La Caridad. Gestionar una entidad como la de El Franco no es sencillo, más bien "complicado, exige mucho trabajo y tiempo. Somos un club humilde y con la crisis los apoyos han bajado mucho", señala Trabadelo.

Otro de los problemas que tiene el club es la falta de jugadores en la zona. No en vano, la mayoría de los futbolistas del primer equipo son de fuera y eso tiene un coste económico para las arcas del club. Por eso, la idea es sacar jugadores de la cantera para que lleguen al regional.

Aun así y a pesar de los múltiples quebraderos de cabeza, el presidente y su junta directiva siguen trabajando para darle la oportunidad a los niños de la zona de que jueguen al fútbol y hagan deporte. Porque como el propio presidente dice, son muchos problemas, pero también tiene su parte gratificante. "Siempre digo que la sonrisa de un niño es mucho más importante que cualquier otra cosa. Por eso queremos que los jugadores disfruten jugando".

Trabadelo es de La Caridad y un apasionado del club. Por eso trabaja por la entidad desde hace ya muchas temporadas. A su lado tiene una directiva donde todos aportan su granito de arena para que el club siga su camino. "Nos multiplicamos", incide Trabadelo, que en su memoria aun siguen muy presentes recuerdos pasados, recuerdos de otra época. "Me acuerdo cuando siendo un adolescente iba los domingos al campo a animar al equipo de La Caridad. Yo era de los que acudía al campo con el bombo", relata, entre risas.

Ahora de eso ya no queda nada, o casi nada, aunque la filosofía de La Caridad sigue siendo la misma desde hace años.

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