Las categorías inferiores del Lenense Proinastur ya superan los cien jugadores. Una cifra que hace seis temporadas, cuando desde el club se decidió recuperar la cantera, parecía inalcanzable. "Estamos muy contentos", destaca Carlos Baquero, responsable del fútbol base del equipo verdiblanco.
El Lenense Proinastur incluso ha adelantado plazos. La inscripción del juvenil, inicialmente prevista para la temporada próxima, se ha adelantado un año. "Ya la pasada temporada contábamos con un grupo de jugadores que entrenaban, pero esta temporada han llegado nuevos efectivos y hemos podido inscribirlos", destaca Baquero.
Los equipos de sala están cuajando una gran temporada. El equipo prebenjamín es el único que compite en Segunda. "Son todos de primer año y nos cuesta ganar partidos, pero no lo están haciendo nada mal", apunta el coordinador. En los equipos benjamines destaca el gran número de jugadores que existen. "Los tenemos completos", asegura Baquero.
El conjunto alevín del Lenense Proinastur marcha en la primera posición de su grupo y cuenta con serias opciones de ascenso. Mientras que el infantil se encuentra en la mitad inferior de la tabla en su grupo. Los cadetes también están realizando una gran campaña, situados en las primeras posiciones, mientras que en el caso del juvenil el objetivo es que los jugadores se adapten a la categoría para las próximas temporadas.
Lo que está claro es que la cantera del Lenense se encuentra consolidada. "Cada vez tenemos más niños y más estabilidad", apunta el coordinador. Por ejemplo, esta campaña, el Lenense ha incorporado de manera definitiva a un entrenador de porteros. "Son pequeños pasos que nos permiten ir creciendo dentro de nuestras posibilidades", asegura Baquero.
En ello ha tenido que ver el cambio del césped en el Apptelo Sotón, un hecho que ha ocurrido la pasada temporada. "Sin este cambio, el trabajo de temporadas anteriores se hubiera estropeado. Ahora los entrenamientos son de más calidad y el campo resiste". Además, el club lenense mantiene su convenio con el Oviedo. Pequeños gestos que permiten que la base se consolide en Pola de Lena.
