Seguimos con la idea de ir rodando los diferentes Caminos de Santiago que se dan en nuestra región y proponiendo éstos para su ciclado.
En esta ocasión toca continuar la ruta costera que hemos iniciado hace unas semanas en Unquera, y que este fin de semana pasado habíamos concluido en Villaviciosa, enclave donde el Camino de Santiago se divide en dos, uno que va hacia Gijón, y otro que parte hacia enclaves más santiagueros como Valdediós y Pola Siero, rumbo a San Salvador de Oviedo, punto central de las peregrinaciones camineras del Norte desde hace unos cuantos lustros.
Estamos, pues, ante un trazado muy urbanizado, que se desarrolla entre un complejo desarrollo de pequeñas carreteras y entretenidos caminos y sendas.
Se parte de Maliayo siguiendo el paseo fluvial que se coge en el barrio de Las Corominas, lo cual nos permite colocarnos ante el cruce de la Parra, parroquia de Amandi. Tras cruzar la carretera AS-113, y entrar hacia Casquita se presenta la disyuntiva; o bien ir hacia Gijón, o hacia Oviedo.
La propuesta es hacer caso al refrán, por tanto, se gira a la izquierda rumbo a San Salvador, optando por ir subiendo hacia Camoca y el alto de Castiello, en cuyo punto, coronado por una bella quintana con palmera, se nos presenta la otra variante, o bien bajar hacia Valdediós, para subir por Vallina Oscura hacia Sariego, o tomar la variante algo más desconocida hacia Arbazal. Se opta por esta última, prosiguiendo el ascenso hacia la iglesia de San Pedro de Ambas, ubicada al pie de la AS-113. Se cruza la carretera para entrar en el poblamiento de Ambas siguiendo las marcas que pronto nos permiten rodar por un trazado de caminos y sendas, que poco a poco, nos permiten ir subiendo hacia la aldea de Arbazal.
El tramo que se deja ciclar a medias es de una belleza excepcional por sus bellas vistas a medida que se entra en un tramo de media ladera a la derecha se puede ver en lo fondero del valle el monacato benedictino de Valdediós. ¡Impresionante!
El sendero nos deja en la altozana aldea de Arbazal, a cuya placita se asoman la iglesia parroquial, la casona abacial con su escudo, y la casa civil y su reloj de sol. Bucólico lugar lleno de encanto y punto ideal para un descanso.
Tras ello, se retoma el acceso rodado del pueblo que nos llevará hasta la carretera AS-357, que viene de Nava para de este modo desembocar en pleno Alto de la Campa con 12,9 km.
A partir de aquí una suerte de tramos de tierra nos devuelve a la AS-113, ya en la vertiente saregana camino de la aldea de Figares, dando vista al valle que riega el naciente arroyo del Nora. Se cruza la carretera que cambia de denominación AS-267, para entrar por la aldea citada en descenso hacia Pedrosa por Fuente Gallegos rumbo a La Cárcaba, cruzando la capital del Concejo de Sariego: La Vega.
Es un trazado de pequeñas carreteras locales que se van enlazando a través de las marcas jacobeas muy realizadas, y así hasta llegar a El Castru, con 20 km rodados, En punto se entra en una sucesión de caminos hasta cruzar cerca de El Rebollar e Careses, la AS-331 para entrar en unos bellos senderos que va a par del río Seco hasta subir a la bucólica ermita de Nuestra Señora de la Bienvenida (23,7 km), donde se impone otro descanso.
Recobrado el ciclado se sigue por diversas sendas hasta desembocar en Curuxeo, donde rumbo cambia ya virando siempre al Oeste, retomando a su vez los trazados asfaltados hasta atravesar Pola de Siero (27,2 km) camino del Morralín, y alcanzar el núcleo de El Berrón (31,4 km).
Desde El Berrón la senda jacobita va camino de Fonciello para llegar hasta los pies del Palacio de Meres con su impresionante porte, y entrar a Oviedo por el puente romano de Colloto para subir por Cerdeño y la Tenderina, y rematar el día en la Plaza de la catedral de San Salvador, punto final de esta ruta.
