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Una entidad con historia

El Grisú, que lleva unido a la familia Pintado desde hace medio siglo, cuenta con tres equipos de fútbol base además del Regional, con un total de cincuenta jugadores

Se fundó en 1955, aunque el club ya funcionaba dos años antes. Desde entonces, el Grisú CF ha ido escribiendo su propia historia dentro del fútbol asturiano hasta convertirse por méritos propios en una de las entidades más emblemáticas de Asturias. Pasó por momentos mejores, sí, pero el club sigue manteniendo su filosofía y su forma de trabajo que le hacen ser un referente en este deporte. Y es que todo el que haya jugado al fútbol conoce al Grisú CF, un equipo humilde que lleva asociado un apellido a su historia: Pintado. Al frente de la entidad está Luis Honorio Pintado, el presidente más antiguo del fútbol regional. A su lado, sus hijos María Pintado y Manuel Francisco Pintado, que forman parte de una directiva en la que también están Roberto Alba, Sergio Blanco e Isidro Barrios, entre otros.

Desde que la entidad se fundó nunca dejó de competir en ninguna temporada. Es cierto que hubo campañas en las que contó con una estructura deportiva más amplia con equipos en todas las categorías pero, como María dice, "eran otros tiempos". En la actual campaña, el Grisú cuenta con cuatro equipos que van desde el Regional hasta el alevín, pasando por el benjamín y el prebenjamín. En total, la entidad suma alrededor de cincuenta jugadores federados. En esta temporada han conseguido crear el equipo alevín y la intención de los dirigentes es seguir creciendo en la medida de sus posibilidades. "Me gustaría tener más equipos, contar con un juvenil, un cadete y un infantil", indica María Pintado, que echa la vista atrás y recuerda episodios pasados. Son muchos, ya que ella vivió desde pequeña el fútbol en general y el Grisú, en particular. "Llevo más de 30 años", dice, aunque son algunos más, ya que antes de entrar oficialmente en la directiva del club ovetense ya trabajaba junto a su padre para sacar adelante la entidad de Cerdeño.

Deportivamente, el Grisú trata de consolidar sus equipos en sus respectivas categorías. "No es que vayamos muy bien, pero no es lo principal", dice la directiva, que añade que "aquí lo importante es que los niños jueguen al fútbol, se diviertan, hagan amigos y después, competir".

Así, el Regional, que milita en Segunda, está dirigido por Luis Blanco; mientras que el alevín, que juega en Tercera, está comandado desde el banquillo por Hugo Pérez. La formación ocupa la parte media-baja, aunque tiene opciones de escalar puestos en la clasificación. Además, el equipo benjamín, que milita en Segunda, está dirigido por Cristhian Vivas. Este equipo logró el ascenso la campaña pasada, aunque es más que probable que descienda y regrese a Tercera. Por último, el prebenjamín está entrenado por Sebastián Cataño y ocupa la parte baja de la clasificación.

El equipo regional y el alevín juegan sus partidos en el Nuevo Campo. No en vano, el club confeccionó unas porterías para que el alevín pudiera disputar sus partidos en el estadio del Grisú. El resto de formaciones disputa sus encuentros en el polideportivo de Cerdeño. "Uno de nuestros problemas es el campo, es de arena y hay muchos jugadores que no quieren venir a jugar aquí por eso", señala María Pintado, que recalca "que nosotros lavamos la ropa para que no vayan a casa con toda la arena".

Como reto de futuro, María Pintado señala que lo primero es consolidar lo que tenemos y "en la medida de nuestras posibilidades ir creando más equipos". Y es que la directiva sueña con ver al Grisú con una estructura de fútbol base completa como hace años. "Aún me acuerdo cuando teníamos equipos en todas las categorías, e incluso al juvenil en Primera", dice.

Gestionar un club como el Grisú no es sencillo. Precisa de mucho trabajo y esfuerzo y dedicación. Pero también tiene su recompensa. "Claro que te da satisfacciones y una de ellas es ver a los niños disfrutar de este deporte", indica María Pintado, una mujer de fútbol que lleva el Grisú en la sangre porque como ella misma dice "esto es un club familiar y todos lo vivimos desde pequeños".

Así es el Grisú CF, una entidad que suma 61 años de historia y que aspira a seguir escribiendo su historia. Aún le quedan muchos capítulos por vivir y todos y cada uno de ellos llevará la firma de la familia Pintado con Luis Honorio al frente. "No suele bajar al campo, pero siempre está pendiente de los resultados y de que los niños no se hagan daño", indica María, que se nota que vive por y para la entidad de Cerdeño.

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