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Repartiendo sonrisas por el Sahara

Javier e Isabel Álvarez participan un año más en el rally solidario "Panda Raid"

Isabel y Javier Álvarez, junto al coche en el que competirán en la presente edición del Panda Raid. J. R. SILVEIRA

Javier e Isabel Álvarez repetirán esta temporada la experiencia de correr un rally en el Desierto del Sahara. Lo harán sobre su Fiat Panda, al igual que hicieron la temporada pasada, en la que participaron en esta misma competición. El Panda Raid vuelve a aglutinar este mes de marzo a centenares de pilotos dispuestos a echar una mano a quienes más lo necesitan.

La experiencia de estos hermanos langreanos fue francamente positiva durante el año pasado. "En un principio habíamos acordado que correríamos una única vez para vivir la experiencia, pero una vez cruzamos la línea de meta, una mirada bastó para repetir", destaca Javier Álvarez.

Uno de los requisitos de la competición es el de aportar, al menos, 20 kilos de material escolar. La pareja de Javier e Isabel Álvarez lo sobrepasa con creces. Si el año pasado aportaron unos 50 kilos, en esta edición superarán los 60 kilos. "Uno de los aspectos más ilusionantes de esta carrera es que los pilotos depositamos directamente el material en los centros educativos", afirma Javier Álvarez. "La cara de alegría y de agradecimiento de los niños lo dice todo", apunta. También rememoran "el buen ambiente entre pilotos, organización y los distintos equipos".

El coche de cara a esta temporada es el mismo que en la pasada edición. Una de las reglas para participar es que el vehículo ha de ser un Fiat o Seat Panda o un Seat Marbella. Los preparativos de cara a esta edición van orientados a llevar a cabo pequeñas mejoras en el vehículo que permitan aumentar la comodidad durante la carrera. Los detalles se mejoran. "El año pasado, Isabel echó de menos una manta", asegura Javier. Durante las primeras etapas, los pilotos atraviesan la Cordillera del Atlas, donde aún hay nieve.

Además, en el aspecto solidario, el equipo formado por Isabel y Javier ha puesto a la venta una serie de camisetas para recaudar fondos para otra iniciativa; la lucha contra el cáncer.

De cara a la presente edición del Panda Raid, el número de inscritos ha aumentado. Si el año pasado se dieron cita en la línea de salida un total de 190 vehículos, el próximo sábado partirán más de 220. "Cuanta más gente, mejor", destaca Javier Álvarez, quien apunta que "en determinadas zonas de Marruecos se empiezan a fomentar carreras de este tipo". En la prueba de este año, concurrirán también participantes italianos o franceses.

Y es que para el piloto langreano, "lo que se ve allí es para vivirlo, no se puede describir con palabras". Álvarez pone varios ejemplos. Durante el transcurso de una etapa de la pasada edición, se les acercó un niño pidiendo agua. "Al dársela, él nos ofreció todo lo que tenía, un caramelo". Además, entre los objetos más demandados por los niños, se encuentran balones. "No es por el mero hecho de practicar deporte, sino porque éste implica un juego colectivo", admite Javier Álvarez. De este modo, "todos pueden participar en la actividad lúdica".

Además, el paisaje es otro de los elementos que más llama la atención. "Transitando lugares donde no había nada, de repente aparecía una persona", rememora el piloto langreano. "De una mina o un pueblo que aparentemente estaban abandonados, salía alguien; es algo que nos chocó", comenta.

En el apartado deportivo, la exigencia es mínima para esta pareja. "Volvemos para disfrutar", destaca Álvarez. Sin embargo, en la pasada edición lograron el triunfo en una de las etapas.

La carrera volverá a contar con la misma estructura que el año pasado. Un total de siete etapas, donde la primera transcurrirá entre Madrid -donde se realizan las verificaciones- y Algeciras, donde se embarca hacia Marruecos. Esta temporada, el final de la prueba se llevará a cabo en Marrakech. Un total de 3.000 kilómetros que la pareja formada por Isabel y Javier Álvarez volverá a repartir felicidad entre los niños más necesitados de Marruecos.

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