En la estructura de cantera del Club Voleibol Oviedo es la categoría cadete femenina la que más jugadoras aporta al club, con hasta 40 repartidas en tres equipos. El A milita en Primera división; mientras que el B, dirigido por Tejerina, y el C, entrenado por Leire, disputan la Segunda división regional. Estos dos últimos equipos están más encaminados a un trabajo de formación de jugadoras más jóvenes con la vista puesta en su futura posible incorporación al equipo de Primera división.
Como dato, el cadete B marcha líder de esta categoría contando sus partidos por victorias. El infantil femenino está dirigido por Juanjo Martín y es un equipo 100% nuevo formado por jugadoras provenientes del centro de tecnificación alevín y de algunas de las escuelas en las que trabaja el club.
El grupo de esta edad masculino está entrenado por la propia María Corral que, tras cinco años trabajando con la anterior generación masculina y una vez que estos ya se han asentado en el equipo senior del club, ha vuelto a la base para trabajar en la siguiente generación de chicos. Es otra de las apuestas importantes del club, que acaban de terminar subcampeones de Asturias siendo todos infantiles de primer año o alevines, lo que hace intuir un relevo generacional que en la rama masculina actualmente en el voleibol asturiano está muy complicado.
Con esta base, ¿qué retos de futuro tiene el club? "Hay que tratar de mejorar muchas cosas, como las horas de pabellón, que nos quedan pequeñas por la alta demanda, y necesitamos una estructura de club que acompañe a este crecimiento deportivo que estamos teniendo, al final son muy pocos los directivos implicados y un club es como una familia enorme donde cada uno puede aportar cosas que nos ayuden a crecer", concluye.
