La ruta del Camino de San Salvador, toca a su fin, tras realizar la etapa trasfronteriza entre Pajares y Pola de Lena, esto nos sitúa en el fondo del valle del Caudal, lo cual conlleva un recorrido no solo más llano sino más cómodo.En la Pola de Lena vamos atravesando la trama urbana de la villa hasta alcanzar la última rotonda del pueblo, todo ello dirección Norte, donde se coge el camino asfaltado que va hacia la gasolinera de Villallana, y que se desarrolla de forma paralela a la A-66.
Este tipo de recorrido nos permitirá ir de relajados, pues las dificultades son nulas, y ello nos permite ir disfrutar del paisaje y del paisanaje, aunque toda esta zona como es lógico ha sido muy modificada por los años y la acción del hombre en la conquista del espacio y de sus "tesoros" como fue el preciado carbón.
En Villallana, en la gasolinera, divergen los dos caminos, el que va hacia la ladera derecha del valle, por el acceso de Carabanzo, marcado como GR Vía de la Plata, o seguir por el Camino de Santiago marcado como tal, el cual se desvía hacia la izquierda para cruzar una parte del pueblo de Villallana y por la vieja carretera AS-242 seguir rodando hasta poder desviarnos a la derecha por el puente de la Senniella que nos permite cruzar sin mucho problema el río Lena.
Una vez cruzado el río nos colocamos en la parte derecha del río siguiendo rumbo Norte, hacia el polígono de Sovilla para entrar en las explanadas que se hayan en la zona de Ujo, y de esta manera se por las sendas fluviales en Mieres, acompañando al río Caudal entrar en lo duro de la trama urbana de la villa peregrina como es Mieres del Camino, cuya poblamiento se atraviesa en toda su dimensión dirección Norte.
Una vez se deja atrás la mierense plaza sidrera de Requejo, se enfila la salida del pueblo hasta el núcleo de La Peña donde no queda otra que atacar la subida del Padrún, por la AS-242, que nos pone en fila de a uno para e este modo por Copián ganar el Alto del Padrún, dando vista al valle ovetense de Olloniego, ya que el Alto es límite concejil y aporta bellas vistas hacia ambas vertientes y el valle de Baiña.
En el mismo Alto la ruta se echa a la derecha, compartiendo traza con el Anillo Ciclista de la Montaña Central, y entrar ya en descenso hasta el mismo pueblo de Casares, desde el cual un camino-sendero con unos tramos técnicos, nos deja de nuevo un poco más abajo en la AS-242, prosiguiendo luego el descenso hasta llegar a El Alcantarillón, con su fuente de Los Locos.
Desde aquí se pasa por debajo de la vía del FEVE, para colocarnos al otro lado de la A-66 y poder atravesar sin problema alguno la población de Olloniego, por la misma AS-242 que nos lleva a cruzar el Nalón por el Portazgo, desde cuyo punto el Camino Jacobeo abandona la carretera y se echa ladera arriba por el poco hueco que deja la pared del promontorio de Corona de Hierro, hasta ganar la aldea de Pico Lanza, lo cual nos obligará en algunos momentos con trazos de viejos caminos de relleno que nos devuelven a las caleyas andariegas de antaño, a echar pie a tierra, teniendo además en cuenta la estrechez del sendero y su desnivel.
De Pico Lanza se van enhebrando tramos de carretera y trozo de camino de la Venta del Aire y la aldea de San Miguel donde dejamos los carretiles locales para mantener el rumbo Norte para cruzar en descenso, ya por camino, el reguero de la Ceprosa y subir hacia La Venta, donde se conecta de nuevo con el asfalto. Desde aquí se siguen las marcas jacobitas para entrar por la Manjoya hacia la Bolgachina, con foto en San Lázaro ante el pétreo Santiago, y ya sin problema alguno y por las calles peatonales entramos hasta el corazón del destino jacobita: la catedral de San Salvador de Ovetus, dando por concluido el Camino del San Salvador.
