Proyecto nuevo, ideas claras, objetivos a nivel deportivo. Retos muy ambiciosos. Directiva nueva y con muchas ganas de llevar a cabo el proyecto. Ilusión. Todo esto, y mucho más, definen a un club ovetense y su nueva directiva, a la que su propio presidente tilda cariñosamente de "locos". Se trata del CD Vallobín, una entidad que el pasado mes de febrero comenzó una nueva etapa de la mano de Pablo Lence y su equipo, que se presentó a las elecciones y las ganó. Desde entonces, la línea de trabajo de los nuevos dirigentes se puso en marcha sustentada en pilares básicos como "la organización y transparencia de las cuentas para que los socios conozcan cómo está el club". Y claro, sin olvidar la parcela deportiva, donde el Vallobín se plantea un proyecto muy ambicioso con el objetivo de "posicionar a la entidad entre los grandes clubes de Oviedo", indicó Lence, presidente del club.
Para llevar a cabo el proyecto, la nueva directiva, formada por personas vinculadas al fútbol, quiere hacer una apuesta clara por la cantera. El Vallobín cuenta con 17 equipos federados, a los que hay que añadir los minibenjamines. Cuenta con formaciones en todas las categorías: desde Primera regional, hasta prebenjamín, pasando por juvenil, cadete, infantil y alevín. En total, la entidad suma 280 jugadores y un elenco de entrenadores que son los encargados de formar a los futbolistas tanto en el terreno de juego como en el aspecto educativo. Deportivamente, "nuestra idea es fortalecer los equipos de pista, empezar desde abajo, porque son el futuro del club", indicó Lence, que añadió que el objetivo, a nivel deportivo, es "ascender al primer equipo a Preferente, mantener el equipo de Liga Nacional y ascender un alevín a Segunda".
Todo el engranaje está pensado para que comience a funcionar la temporada que viene, aunque en la directiva y en el club no renuncian a nada en la actual. No en vano, el regional, que milita en Primera y está dirigido por Abel Fernández, marcha tercero en la tabla; el Liga Nacional lucha por la permanencia y de los tres alevines del club hay uno, el A, que ocupa la tercera plaza y mantiene sus opciones de dar el salto de categoría. "En principio nos tomamos estos meses hasta final de temporada de transición, aunque sin renunciar a nada, pero sin presiones", explicó el presidente. Eso sí, el club ya trabaja en nuevos fichajes para el primer equipo, "futbolistas importantes con pasado en Tercera", apunta.
Pablo Lence ocupa la presidencia del Vallobín y a su lado tiene un grupo de personas que trabaja en parcelas bien definidas. Entre ellos, Jairo, exjugador del Oviedo, es el coordinador, Abel Fernández es el tesorero, y David Bonilla, el secretario. "Somos ambiciosos e incluso unos locos", reitera el presidente, que a los pocos días de tomar posesión de su cargo dejó claras sus ideas en una carta que mandó a todos los que forman parte de la familia del CD Vallobín. La primera frase resume a la perfección la forma de trabajo del nuevo equipo directivo. "Presidente no es más que otro cargo dentro del Consejo. Un cargo simbólico, de representación. Somos un grupo de personas con una misma ilusión: hacer grande este club". Tras agradecer el apoyo recibido, Lence, en su misiva, abrió el club a todas las personas "porque el Vallobín es un club de todos".
Otra de las ideas del nuevo equipo directivo es "involucrar a la gente del barrio". Para ello, esta misma campaña el club ha lanzado un carné de simpatizante que ha tenido una buena acogida y el objetivo para el próximo año es "llegar a 400 socios". A nivel de infraestructuras, la directiva quiere acometer mejoras en su feudo, entre ellas los vestuarios. Así es el nuevo Vallobín, un club histórico que ha tomado un nuevo rumbo. El que le han indicado Lence y su equipo "de locos", que tienen muy claro lo que quieren para el Vallobín: "Verlo crecer y posicionarlo entre los grandes clubes de Oviedo".
