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El pionero del Nihon Tai-Jitsu en Asturias

Darío Dossío (Mieres, 1946) es el introductor en la región de esta disciplina de filosofía y origen japonés

Dossío observa a dos alumnos en una de sus clases. J. R. SILVEIRA

Lleva vinculado a las artes marciales desde 1962, primero en modalidades como el judo y el karate, y desde 1977 al Nihon Tai-Jitsu, una disciplina de filosofía y origen japonés de defensa personal que está orientada a obtener la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo ante cualquier situación buscando el menor riesgo posible para los dos contrincantes. Hablar de Darío Dossío (Mieres, 1946) es sinónimo de arte marcial, en general, y de Nihon Tai-Jitsu, en particular. No en vano, este deportista fue el pionero de este arte marcial en Asturias, el introductor de esta disciplina en la región, y a él se le debe su recorrido y su implantación en el Principado.

Sus comienzos en el tatami se remontan a 1956 cuando comenzó un camino en las artes marciales que le ha llevado a cosechar innumerables éxitos, tanto nacionales como internacionales. Primero se adentró en el mundo del judo, en los meses de verano a través de la federación, y el karate, hasta que hace casi cuatro décadas conoció el Nihon Tai-Jitsu y se quedó prendado por esta disciplina. Desde entonces, dejó aparcado las otras modalidades y se dedicó por completo al Nihon Tai-Jitsu. "Contacté con este arte marcial y comprobé que me encontraba muy bien y decidí profundizar en él", indica Dossío. Desde entonces inició un periplo que le ha llevado por infinidad de lugares, conocer a muchas personas, entre ellas a Roland Hernáez, su gran maestro, con quien sigue entrenando. No en vano todos los meses de agosto se desplaza a Francia durante diez días para entrenar a sus órdenes. "Soy quien soy en este arte marcial gracias a Roland", indica.

Tantos años vinculado al Nihon Tai-Jitsu le han granjeado a Darío Dossío un amplio palmarés en el que figuran medallas y trofeos a nivel nacional e internacional. El último: el título con número uno de Shihan y la medalla de la Seibukan de Japón, la primera concedida a un deportista asturiano, por su trayectoria internacional en el Nihon Tai-Jitsu.

La Seibukan es una organización de artes marciales dedicada a la preservación de la cultura, historia y las tradiciones marciales japonesas. Su sede se encuentra en Kyoto, donde Dossío ha viajado varias veces. Otro de los galardones que le hacen especial ilusión a Dossío, consejero de la Federación Mundial, es el que recibió del Ayuntamiento de Mieres en 2015 por su trayectoria deportiva. "La verdad es que tengo trofeos para dar y retorcer y de todos los colores. Son muchos años practicando este arte marcial", dice Dossío, que consiguió el 8.º DAN el 15 de enero de 2014.

No es fácil llegar hasta donde está Dossío. Exige mucha dedicación y disciplina. "Son muchos años de trabajo, de sacrificio, de estudiar, de impartir cursillos, de practicar constantemente", apunta. Dossío sigue y seguirá vinculado al Nihon Tai-Jitsu porque como él mismo dice "no se puede dejar, si lo haces estas perdido". No se plantea retos para el futuro más allá de seguir aprendiendo y expandiendo sus conocimientos a sus alumnos. En el terreno personal, no busca más reconocimientos. "Como en todo arte marcial hay hasta el 10.º DAN, pero esa no es mi meta. La mía es hacer bien mi trabajo y que la gente me recuerde por ello", subraya Dossío.

Actualmente se dedica a impartir clases magistrales de Nihon Tai-Jitsu -"siempre es un placer enseñar a los alumnos", asegura, además de seguir aprendiendo cosas nuevas de un arte marcial que le ha acompañado durante las últimas cuatro décadas. "No es que forme parte de mi vida, es que es mi vida", sentencia Dossío, que concluye con una reflexión basada precisamente en el Nihon Tai-Jitsu: "Me gusta la paz, la armonía y ayudar en lo que pueda a los demás, es la filosofía zen, buscar primero la paz con uno mismo y luego con los demás".

Así es Darío Dossío, un precursor de este arte marcial japonés en Asturias que vive "en cuerpo y alma" para el Nihon Tai-Jitsu, una disciplina que le ha proporcionado muchas alegrías en su vida y que lo seguirá haciendo ya que por su mente no pasa otra cosa que seguir disfrutando de esta modalidad.

Es viernes y Darío Dossío tiene una cita con una serie de alumnos en el polideportivo de Ujo. Allí acude para impartir y dar a conocer todo lo que sabe a sus pupilos. A él le encanta enseñar. "Me dedico a dar clases, viajar por mi condición de consejero de la Federación Mundial, dar y asistir a cursillos y a seguir profundizando en el Nihon Tai-Jitsu", explica.

Y los alumnos, encantados de tener como profesor a Darío Dossío, 8.º DAN y primer asturiano en conseguir la medalla de la Seibukan. "Estoy yo más encantado de impartir clases, para mí siempre es un placer enseñar", indica. Y lo dice así, tranquilo, sereno, y con la satisfacción de haber hecho del Nihon Tai-Jitsu una forma de vida más allá del tatami. Lleva casi cuatro décadas practicándolo y hoy en día mantiene la misma ilusión que al principio.

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