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Un trabajo desde la escuela

El Art-Chivo, que cuenta con 320 jugadores, lleva más de una década enseñando y formando baloncestistas en varios colegios ovetenses

C. P. Gesta I benjamín femenino. LNE

Se fundó hace trece años y desde entonces no ha parado de crecer. Y siempre con una filosofía basada en dar la oportunidad a los niños de practicar baloncesto, de enseñar basket, independientemente de los resultados. "Queremos que los equipos compitan, pero no es lo más importante, ganar no lo es todo", asegura Albano Fernández, coordinador del Art-Chivo, una entidad que poco a poco se ha ido haciendo un hueco en la ciudad gracias al trabajo y el esfuerzo de muchas personas.

En la actualidad, el Art-Chivo cuenta con más de 20 equipos y tiene representación en todas las categorías. Gestiona doce formaciones de diferentes colegios ovetenses y suma once equipos de club. "Las formaciones de los colegios se puede decir que son nuestra cantera, cuando cumplen la edad alevín les proponemos subir al infantil del club", indica Albano, que lleva en la entidad cinco años desarrollando la labor de coordinación. En total, el Art-Chivo cuenta con 320 jugadores y un nutrido grupo de técnicos que llevan las riendas de cada uno de los equipos que componen el club.

Una de las novedades de la presente campaña ha sido la puesta en marcha oficial de una escuela de madres que compiten en una liga en Asturias. El equipo está formado por 25 madres de jugadores. "Comenzamos el año pasado, pero no había una liga y jugábamos partidos amistosos, este año ya compiten contra otros equipos de la región", indica el coordinador, que añade que "es una iniciativa que ha tenido muy buena acogida y está triunfando mucho". La peculiaridad de esta escuela de madres, que entrena tres días a la semana, es que la mayor parte de sus integrantes nunca habían jugado al baloncesto. La iniciativa también sirve para estrechar vínculos entre los jugadores, madres y el club.

Otra de las actividades que ha puesto en marcha el Art-Chivo es un equipo en el colegio La Gesta de Oviedo con niños de 3 años. "Son muy pequeños y apenas saben botar el balón, pero es una manera de que empiecen a probar el baloncesto, los niños están encantados", dice Albano. Además, el club también desarrolla una parte social. Y muestra de ello es el partido solidario de madres que se celebró para ayudar a la lucha contra el cáncer de mama.

El Art-Chivo es un club familiar y el objetivo es "practicar baloncesto, da igual el nivel que tenga cada uno, la intención es que hagan deporte, se diviertan; después si llega el resultado, mejor, pero no es prioritario", reitera Albano.

Deportivamente, la campaña va llegando a su fin y los objetivos están cumplidos. "Estamos muy contentos", indica Albano, que anuncia que el próximo 29 de mayo la entidad ovetense celebrará la fiesta fin de temporada. Habrá torneos 3x3, juegos infantiles y varias actividades dirigidas para toda la familia del Art-Chivo.

La entidad, presidida por Silvia Álvarez de Piquer, que también forma parte de la escuela de madres, vive el presente, pero no se olvida de los retos de futuro. Por eso, hasta mediados de junio, el club seguirá con los entrenamientos y habrá jornadas de puertas abiertas para todo el que quiera probar e iniciarse en el baloncesto. "Nuestro reto es seguir creciendo y poco a poco ampliar la familia del club siguiendo nuestro método de trabajo", subraya el coordinador del club.

Así es el Art-Chivo, un club con más de 300 jugadores que aspira a seguir aumentando su familia de jugadores. ¿Cómo? Simplemente enseñando baloncesto, creando cantera, que es lo que lleva haciendo desde que echó a andar hace ya más de una década. Y a juzgar por los resultados, no le ha ido nada mal.

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