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Senderismo

Por el contorno de los Alfilorios

Por el contorno de los Alfilorios

El pico Llera es una modesta montaña morciniega que posee un destacado patrimonio arqueológico, constituyéndose además, como el balcón natural del embalse de los Alfilorios. Esta presa, presente en toda la ruta, acapara el agua del Aramo aportada por el río de los Arroxines y está situada entre las parroquias de La Piñera y Peñerudes de Morcín, y una pequeña parte, con el muro de contención incluido, en la parroquia de Palomar de Ribera de Arriba. Su obra se realizó entre los años 1960 y 1983 con la finalidad de abastecer de agua a la ciudad de Oviedo y otros pueblos. El muro de contención tiene una altura de 67 m y una superficie de 517.000 metros cuadrados. Embalsa 9,14 hm cúbicos y tiene una profundidad de más de 60 metros.

El itinerario por los contornos de los Alfilorios da comienzo en la aldea de La Carrera de Arriba (400 m.), lugar que alcanzamos por medio de la carretera MO-5 procedentes de Argame (N-630) Una vez allí, hemos de abordar la carretera MO-2 señalizada como senderos G. R. 208 "Anillo de la Montaña Central" y PR AS-143. En el siguiente crucero, donde se localiza un área recreativa, abandonamos provisionalmente la señalización que va directamente al pueblo de Peñanes. Proseguimos por el asfalto hasta alcanzar El Cruce (455 m). Aquí variamos el rumbo de la marcha a la izquierda por otra secundaria de acceso al pueblo Llavandera. (484 m), 2,6 km, en 55 min de marcha. Cruzamos su trama urbana que constituye un gran mirador hacia el pico Monsacro yéndonos por una pista de tierra que surca una campiña plagada de praderías.

Tras superar un pequeño remonte nos encontramos en el crucero de la Corraleta por donde discurre los senderos señalizados. en dirección al pueblo de Peñanes. Soslayamos ambos destinos y ante la entrada de un prado con cabaña anexa, tomaremos una trocha que faldea el mismo, por las estribaciones norteñas.

Seguimos sus apenas perceptibles huellas hasta perderse en la maleza, lo que nos condiciona para tomar el sendero peonal que da servicio a los pastores de la zona, hasta el prado de La Rasa. Desde esta situación ya contemplamos la silueta del pico Llera con los vestigios de lo que fue la muralla defensiva castreña. También contemplamos una de las torres del tendido eléctrico instalada en el cercano pico Roces y soslayando el camino que nos surge a la derecha en dirección a Peñanes, nos encaminamos hacia lo torre por la ruta de acceso. A partir de aquí y embarcados ya, en la arista cimera de la montaña, hemos de seguir el rastro de un sendero que se eleva al este, hasta concluir en la precaria y pedregosa cumbre que culmina la vertical muralla, que está encarada al cauce del río Caudal a su paso por la localidad de Peñamiel (526 m), 5 km en 2 horas y 30 minutos de marcha.

Estamos situados en un lugar que fue estratégico en la historia de Morcín donde se supone que este castro fue ocupado por los etruscos durante el periodo que va desde el Neolítico hasta la Edad de Bronce, aunque no quedan vestigios que puedan dar firmeza a estas aseveraciones.

Se establecería durante aquella época, concordante con la explotación minera en el Aramo, un castro en el pico Llera y su entorno vivió bajo la organización social de los astures prerromanos. Aparte de su historia, esta cima ofrece al senderista una perfecta visión del Monsacro, de la sierra del Aramo y todos elementos paisajísticos que configuran de la cuenca del río Caudal; Argame, Las Segadas e incluso la ciudad de Oviedo.

De vuelta a La Carrera, a la altura del crucero de la Corraleta, variamos el rumbo, yéndonos a la derecha siguiendo la traza descendente del viejo camino señalizado que surca un pequeño bosque de robles hasta confluir en la carretera de aproximación a La Carrera, donde damos por finalizada esta ruta senderista.

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