Ya hemos hecho todos los Caminos astures, tan solo queda el Camino Primitivo que va de Oviedo a Santiago, nuestro propósito, por tanto, es aportar cada semana una etapa hasta concluir en Fonsagrada. El Camino arranca pues ante la catedral de Oviedo, y nos vamos dirección Oeste por Llampaxuga hasta ganar la iglesiona de Santa María de Lloriana, seguimos ruta la bajada que nos lleva a entroncar con la carretera AS-232 a la altura de Campiello.
Esto será toda una constante, tramos de camino y carreteras locales. Ahora seguimos en ascenso hasta Gallegos, donde nos desviamos a la derecha para entrar en un sendero en descenso hacia el río Nora, teniendo como referencias le Molín de los Quintos, (aunque nunca entendí por qué el Camino jacobita hace este bucle, y se mete en la fondigonada del río con lo que ello suponía de peligroso para el peregrino, barro, agua y mucha humedad, amén del desnivel que se pierde y que hay que volver a ganar desde Los Arroxos, ya por asfalto la Venta de Escamplero, que presenta un desnivel endemoniado.
Por el camino jacobita, vamos encontrando grupos de muy diversa índole que van haciendo el Camino Primitivo a los cuales vemos descansando una ganada la Venta de Escamplero, desde donde se sigue por carretera a través de la parroquia de Valsera por Taraniello hasta desembocar ante la ermita de la Virgen de Fátima en el mismo Valsera, donde dejamos la AS-232, para tomar por un acceso local marcado como PR AS 172, cuyo trazado nos mete en una bonita valleja coronada con el Molino de la Razaba, pasando al pie de Cueva Oscura y por Picarín, todo ello a la par del río Andallón hasta ganar la Ermita de San Ana de Premoño, que fue en su tiempo Hospital de Peregrinos. El personal parece tener prisa y más desde que comentamos la posibilidad de tomar una cerveza con nuestras amigas de Confitería Pastur de Grao, e internarnos en el bello recorrido hacia Paladín, por la Vega de Anzo, donde probé la bicicleta que aportó Albano Capezzali, por cortesía de Ciclos Roxin de Avilés, una Treck de ruedas gordas, al estilo de fat bike, que era como subirse a tractor, pues las sensaciones son raras.
Por otro lado, rodar al lado del Nalón siempre es un gusto y su diminuto sendero se nos quedará pequeño puesto que pronto hemos de salir a la AS-234 cerca de Las Casas, hasta desembocar en el Puente de Peñaflor, tras el pueblo, viene el rodar por el amplio camino que surca las Vegas de Grao, entrando de este modo en la villa moscona, y tras un descanso. Seguimos nuestra ascensión pura y dura de Acebedo arriba, pues los repechones hasta alcanzar El Fresno, son duros pues hay que ganar unos 300 mts de desnivel en apenas 4 km.
Aunque una vez ganado el Santuario del Fresno, con 30,7 km rodados digamos que la cosa está hecha, pues, además de ganar la vertiente, nos ganamos también cambiar de concejo, pues ahora nos vamos al de Salas el cual presenta una bajada por Doriga, por caminos y sendero, que ahora debido a la presencia de la autopista, han ido variando su trazado.
En San Marcelo se conecta con la carretera SL-9 para luego bajar por un camino por la Reaz hasta Doriga, cuyo bello palacio no vemos, tras cruzar de nuevo la SL-9 nos vamos por el camino del Cementerio hacia Marcelo, por un sendero peligroso en pendiente y en piedras, muy mojado, pues en el descenso no ha caído el aguacero del día, y está como para irse en plancha, tras forzar algunos tramos y bajar con la trotona del ramal hasta Casas del Puente a la vera de la AS-15, y rodar por ella hasta la Rodriga y de este modo entrar en Cornellana triunfantes de haber coronado esta ruta con tanto trasiego jacobita.
