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La fiesta del judo

El XVI Festival infantil "Maestro Shu Taira" batió registros de participación, con especial protagonismo para Valeria, una niña asturiana trasplantada de médula

Uno de los combates del festival. LNE

Cuando los ingredientes del plato principal son más de mil niños en una edición de récord, regalos, un marco como el Palacio de los Deportes de Oviedo, buena meteorología y padres dispuestos a descargar baterías de todo tipo de dispositivos, todo apunta al éxito. Eso le sucedió a la edición número dieciséis del Festival infantil de judo "Maestro Shu Taira", la más concurrida en tatami y gradas desde que comenzó a andar a principios de siglo.

Pero este año, otros dos ingredientes extra ayudaron a que los comensales se fueran con el mejor regusto posible. Durante todo el Festival, y con especial protagonismo en su recta final, Valeria, la niña asturiana trasplantada de médula con éxito, sirvió como excepcional anfitriona de su propia causa. Su caso estremeció a la sociedad española en su día, y fue viral en las redes sociales. La reacción de esa sociedad le salvó la vida. Pretendiendo que el caso de Valeria sea sólo el primero de muchos, la plataforma 'Médula para todos' lanzó su mensaje de concienciación durante el evento, invitada por la Federación Asturiana de Judo, organizadora del Festival. El resto tuvo los mismos aderezos de siempre.

Con puntualidad británica, a las once de la mañana del domingo comenzaron a desfilar los componentes de los dieciocho clubes, colegios y gimnasios participantes. Fueron por este orden: Takeda, Sanfer, Judosport, Castrillón, Corujo, Judo Deportes Oviedo, Yin- Yang, Oviedo Sport, Judo Óscar Fernández, Centro Deportivo de Langreo, Judo Gandoy, Colegio Inmaculada Gijón, Grupo Covadonga, Judo Lena, Judo Avilés, Judo Sotrondio, Judo Noreña, y Judo Berrón.

A continuación el calentamiento para evitar lesiones, dirigido por las judokas Sofía Blanco y Lucía García. Comenzó de seguido un trabajo individual de cada grupo participante. Unos optaron por las caídas, otros por el randori o combate, y otros por la repetición de movimientos y coordinaciones. Tras el saludo final, llegó el segundo gran aliciente de la mañana. El maestro Taira, noveno dan de judo, dirigió vestido de judoka y con su cinturón rojo unas palabras a todos los asistentes, incidiendo en los valores que inculca el judo, con especial mención al respeto. Tras recibir una enorme ovación, el maestro japonés, uno de los padres del judo asturiano, se atrevió a desarrollar parte de los movimientos del Goshin Jutsu No Kata, con el maestro Máximo González de compañero. Uke y tori deleitaron a una grada ya entregada, que recibió como postre la actuación de 'Sonido Corko', con el abuelo de Valeria como voz principal en la actuación musical que cerró el evento. No faltó la entrega de la mochila de Liberbank y los regalos y comida de Supermercados Masymas, para reponer fuerzas. Ellos, junto al Ayuntamiento de Oviedo y la Dirección General de Deportes, colaboraron a una nueva edición exitosa, que contó con José Ramón Díaz Maseda como director, con la destacable colaboración de Julio Baragaño. La territorial que preside Víctor Valle piensa ya en la Gala del Judo del próximo 3 de junio, en Langreo, como fin de temporada en año olímpico.

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