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Senderismo

Por la sierra de Bodenaya

Senderistas en la ruta. LNE

La sierra de Bodenaya es uno de los cordales que se integran en el municipio de Salas. Se configura como una aplanada lomera de poco más de 2 km de longitud que se prolonga desde la localidad de Bodenaya en sentido sudeste, hasta las estribaciones de la localidad de Salas. Su achatada cumbrera donde proliferan los prados de siega se ve interrumpida por dos resaltes cumbreros con poca escenificación alpina como son los picos: Las Penonas de Bodenaya y El Rebollín.

Con esta ruta aquí propuesta, tratamos de poner en valor los valores paisajísticos e históricos de este lugar transitando por su área orográfica y la búsqueda de sus escenarios más interesantes.

Para tal fin comenzamos la andadura en la edificación anexa al parque eólico (721 m), adonde accedemos, partiendo de la A-64, ahora inacabada, por la carretera local en dirección al pueblo de Casandresín, Inicialmente afrontamos una pequeña subida para instalarnos en el llano por donde avanzamos rumbo al oriente hasta alcanzar el pico Rebollín que sobresale por su vértice geodésico (816 m) -2,4 km en 30 min de marcha-. Después progresamos con el mismo sentido hasta el final de la sierra donde se levanta una antena y la caseta correspondiente. (764 m) -2,9 km en 40 min de marcha-. Desde esta balconada se contempla un amplio mosaico panorámico hacia Salas y su entorno.

Seguidamente retrocedemos hasta el crucero anterior donde variamos el rumbo al sudeste siguiendo la traza de una pista con alguna huella del viejo camino real por la que descendemos al caserío de Fontanos (685 m) -5,5 km en 1 hora y 15 min de marcha- rodeado con diversas praderías que se intercalan en el paisaje donde sobresale una nave agrícola.

Proseguimos seguidamente con el suave descenso hasta toparnos con la nueva huella del camino romano que desaparece en la maleza, lo que nos obliga a invadir como alternativa, un prado por donde los senderistas y practicantes de BTT enlazamos nuevamente con el camino. Continuamos con el descenso por la amplia pista que nos aporta buenos horizontes hacia el espacio meridional avistando la aldea de Casandresín y más allá las huellas de los tres canales de aguas con más 20 km de longitud, ingeniería hidráulica que los romanos ejercieron para extraer el oro de las minas de Godán y Ablaneda.

En el crucero siguiente optamos por girar a la derecha hasta alcanzar los prados de Campo la Llanca, donde el camino real o pista ganadera baja con acusado desnivel hasta la localidad de Aciana. En sus proximidades y ante el nuevo crucero, abandonamos esta vía para dirigirnos a la izquierda en dirección a la cercana localidad de Poles cruzando un arroyo cuyas aguas generan energía a los diferentes molinos ubicados lo largo de su cauce.

Entramos en esa población (315 m) -8,9 km en 3 h de marcha-, que está salpicada de caseríos típicos de la zona rural, con una casona del siglo XVIII, hórreos y paneras, una de las cuales sobresale con sus doce pegollos.

A partir de aquí definitivamente nos apoderamos del asfalto tomando la carretera SL-1 y por ella nos encaminamos, con las debidas precauciones, a la población de Salas, donde finalizamos la andadura. Aquí todavía nos resta que visitar sus monumentos más emblemáticos como son: la Colegiata de Santa María la Mayor y el palacio de Valdés Salas, ambos del siglo XVI, como también la Torre medieval del siglo XIV que está unida al palacio por un arco.

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