La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La rítmica apasiona en Mieres

El conjunto entrenado por Marina Rodríguez sigue aumentando el número de gimnastas cada temporada en un deporte en el que prima el esfuerzo y el trabajo

Las gimnastas del Rítmica Mieres, durante una sesión de entrenamiento.

La gimnasia rítmica es uno de los deportes más sacrificados que existen. Muchas horas de entrenamiento y muchas horas preparando una coreografía que marcará el devenir de la temporada. El Rítmica Mieres no es ninguna excepción. Mientras la entrenadora del club, Marina Rodríguez atiende a LA NUEVA ESPAÑA, se dedica a dirigir el calentamiento de sus competidoras.

Marina Rodríguez llegó al club para dirigir a las escuelas en el año 2008, pero fue en 2010 cuando asumió la dirección. Desde entonces, el equipo mierense no ha parado de crecer. Por aquel entonces, el club contaba con cinco gimnastas en el equipo de competición y ahora son 11. También la escuela ha experimentado un aumento en cuanto a participantes; esta campaña más de 25 niñas se ejercitan con el objetivo de preparar sus coreografías. El Rítmica Mieres también cuenta con convenios con distintos colegios de la zona, como el Vital Aza de Pola de Lena, para impartir allí sus clases -un colegio donde más de una veintena de niñas realizan esta actividad extra escolar-. "Estamos muy contentas, ya que este año ha aumentado el número de inscripciones", destaca Marina Rodríguez.

El buen papel del equipo nacional en los Juegos Olímpicos, con la medalla de plata el conjunto, o el Diploma Olímpico para Carolina Rodríguez, pueden influir a las jóvenes gimnastas para dar sus primeros pasos en este deporte.

La temporada anterior se saldó de manera más que positiva para las mierenses, con la clasificación de tres gimnastas para la final de los Juegos Escolares. "Siempre queda la espina clavada de no haber podido subir al podio, pero la valoración general es positiva", apunta la entrenadora. Uno de los más firmes valores del club, Erika Moa, participó en el Campeonato de Asturias de Base.

Este año la temporada será ligeramente diferente. Tras el parón por las vacaciones de verano en el mes de agosto, tocaba una inmersión directa en la competición. El pasado 1 de octubre se celebró una prueba de control de gimnastas de categoría base, donde participó Erika Moa. "Regresamos a los entrenamientos en septiembre, sin casi tiempo para preparar el control, tuvimos que hacer todo en un mes, es un inicio de temporada distinto", asegura Marina Rodríguez.

Los entrenamientos se suceden a lo largo de la semana. "Hacemos como podemos para cuadrarlo", apunta la entrenadora, que cuenta con la ayuda de Andrea Bellón y de Ainhoa Torre. "Su ayuda en los colegios y en la escuela resulta fundamental", considera Marina Rodríguez.

El trabajo va más allá del tapiz, donde se repite y se repite una coreografía hasta llegar al comienzo de la temporada con ella aprendida. "Durante todo el verano fue el turno para escuchar las músicas y asignarlas a cada niña", apunta Marina Rodríguez. Además, la entrenadora ha tenido trabajo extra a lo largo de este verano, ya que cada ciclo olímpico varía el código de este deporte. "Tenemos que adaptar las nuevas dificultades y los aparatos para conseguir un mayor rendimiento", admite Marina Rodríguez.

Las edades de las gimnastas del club van desde los tres hasta los quince años. Un espectro variado que se divide entre las niñas que participan en las competiciones y las que forman parte de la escuela.

Además, el Rítmica Mieres se vuelca con las distintas causas solidarias. Cada año este club organiza una gala con el objetivo de recaudar el mayor número de kilos de comida para la Fundación Banco de Alimentos. "Es la cuarta temporada que la hacemos y estamos muy contentas, en total habremos recaudado más de 1.500 kilos de comida, cuantas más cajas de comida recibamos, más contentas estaremos", apunta Marina Rodríguez. En un principio, la gala solidaria del Rítmica Mieres se celebrará en el mes de enero.

Antes será el turno para el festival del club, donde las niñas que practican la actividad en los colegios y las integrantes de la escuela del Rítmica Mieres realizarán distintas exhibiciones en el polideportivo de Mieres Sur. El club mierense también se encuentra sumido en la búsqueda de un patrocinador que le ayude a sufragar parte de los gastos de la temporada.

El esfuerzo y el trabajo realizado en el Rítmica Mieres se ve recompensado temporada tras temporada con el aumento de deportistas. La ilusión por practicar la gimnasia rítmica sigue más viva que nunca en la localidad mierense.

Compartir el artículo

stats