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Unidas entre las corcheras

Las hermanas Laura y Belén Rodríguez, nuevos fichajes de esta temporada, continúan en el "Oly" una vida deportiva paralela

Las hermanas Laura y Belén Rodríguez, en la piscina olímpica del club. JUAN PLAZA

Triunfar en el mundo del deporte es un duro camino que pocos logran alcanzar. Sin embargo, en este trayecto, algunos lo han logrado y, no sólo eso, ya que han podido compartir su éxito junto a su hermano o hermana. Casos sonoros y recientes como los Gasol (Pau y Marc), los Márquez (Marc y Aleix) o las Williams (Venus y Serena) lo han conseguido. El Santa Olaya cuenta con su particular dúo en el mundo de la natación. Laura y Belén Rodríguez, dos de los nuevos fichajes del club para la reciente temporada, inician con ilusión esta andadura que esperan que en el futuro sea fructífera y esté cargada de éxitos. El primer paso para las nadadoras de El Franco es batirse a sí mismas para continuar su progresión y abrirse paso en el mundo de la natación.

Laura Rodríguez, con 19 años, es la mayor de las dos. Especialista en los 100 y los 200 metros mariposa afronta su primera etapa en el Santa Olaya "como un reto". Su vida en la piscina no sería la misma si al otro lado de la corchera no se encuentra con su hermana Belén, de 17 años. "Siempre estuvimos juntas, no me imagino sin ella", relata. El amor de hermanas rompe cualquier tipo de barrera y juntas se hacen más poderosas para superar los momentos más delicados que pueden traer consigo la natación. Su admiración por Belén es máxima ya que considera que "es una nadadora increíble, ojalá fuese como ella y tuviese esa calma y concentración con las que afronta las competiciones". Laura, en ese aspecto, es la otra cara de la moneda ya que considera que no mantiene el temple antes de saltar al agua: "soy nerviosa y acelerada". Pero todo se queda en el trampolín de salida.

Su andadura se inició en el Colegio de Valdepares, donde comenzaron a nadar a petición de sus padres. A partir de ahí, recalaron durante trece años en el Club Natación Navia, de donde llegan procedentes al club gijonés. El cambio ha sido drástico, con una mayor exigencia en los entrenamientos, pero su esfuerzo busca una recompensa. "Queremos ver hasta dónde vamos a llegar", comenta Belén. La menor de las hermanas Rodríguez se destapa en los 200 braza y en los 400 estilos y también ve favorable el apoyo incondicional de Laura. "Tengo muchos compañeros, pero ella es mi hermana y me conoce a la perfección, me anima tener un apoyo tan cercano", comenta.

Pero no todo son buenas palabras. En tono jocoso, la "piquilla" aparece en escena. Su primer rival, al más puro estilo de la fórmula 1, está en su propia casa. Cada una defiende a la perfección sus pruebas, pero todo se abre a la hora de enfrentarse en un 100 estilos o en un 100 espalda. "Nos picamos a ver quién gana, unas veces lo hace una y otras la otra, nos apostamos cosas y es divertido", asegura Laura, a la que responde Belén comentando que "es divertido y de esa forma nos probamos y vemos el nivel de cada una". Sus miras para esta temporada se centran en seguir mejorando sus marcas y en afrontar con ilusión la Copa de Clubes, claro objetivo del Santa Olaya. En el club gijonés continuarán luchando de la mano por alcanzar unidas el objetivo de llegar lo más lejos posible en el exigente mundo de la natación.

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