El pico Abedular, también conocido como "Celispardi" (1.816 m) es el destacado hito del pequeño cordal de La Bolera de 4 Km de longitud que se despliega al norte de la cordillera Cantábrica a partir del marco incomparable del puerto de Tarna.
El itinerario más común para ascender al Abedular, ubicado en zona de libre paso, comienza en el mismo puerto de Tarna (1.490 m) donde finaliza, la carretera AS-17, procedente de Avilés. Antes de comenzar la ruta, y ante el inicio del legendario camino real de Tarna (G. R. 102) cuyo recorrido finaliza en la costa asturiana, se recomienda visitar la fuente "La Nalona", lugar de nacimiento del río Nalón, el más largo y caudaloso de Asturias.
Estamos en la misma divisoria autonómica y encrucijada de carreteras hacia Riaño y Lillo respectivamente (L-333), para acometer seguidamente por nuestra izquierda la ascensión al cordal que desde aquí ya presenta su silueta. Lo hacemos a través de un señalado sendero que se eleva ligeramente por encima de un antiguo "búnquer" construido durante la última contienda civil. Rebasados los primeros metros de la marcha, enllanamos por una colladina que nos deja contemplar hacia el norte las montañas del cordal de Ponga, así como el macizo del Mampodre sobre el horizonte opuesto. Allí conectamos seguidamente con una pista de tierra que procede de la carretera y por ella continuamos durante otro breve trecho, abandonándola a su término para abordar un marcado sendero que girando a la izquierda salva un fuerte repecho que nos deja al pie de la valla divisoria regional.
El sendero se separa de la misma y progresa por tierras leonesas siguiendo los jitos indicativos hasta conducirnos al collado Cotalbo, que nos muestra a sus pies la hermosa majada de La Salguerosa, (1.751 m), 1,8 en 1 h y 15 min de marcha. De aquí y girando al poniente superamos el repentino desnivel que nos deja en la aplanada cima que está surcada por viejas trincheras militares (1.816 m), 2 Km en 2 h de marcha. Desde esta atalaya y al lado mismo del buzón montañero y del mojón piramidal que coronan esta montaña, nos disponemos a contemplar los amplísimos horizontes que desde aquí se dominan. Resalta el bellísimo paisaje alpino de un rosario de agujas calizas de los Picos de Europa asomando por encima de los frondosos bosques ponguetos. Hacia Ventaniella la geografía se despliega por la Ten y Pileñes, el cercano bosque de la Salguerosa y su majada, con sus cabañas pastoriles en abandono, y en lo más profundo del valle, la ermita y caserío de Ventaniella.
Los parajes casinos se prolongan por el frente occidental con una conjunción de accidentes geográficos que desde la cordillera se desparraman por el Alto Nalón por sierras y cordales, como el Maciédome y Tiatordos con sus perfiles alpinos y pletóricos de exuberante de vegetación y paisaje. En lo más profundo de esta panorámica se sitúa el pueblo de Tarna, cuya visión se prolonga un poco más si proseguimos con la marcha permitida, en dirección netamente septentrional hacia el cercano pico Mojón (1.747 m), y su gemelo Montovio. Lo llevamos a cabo por lo cimero de la sierra bajando directamente a la collada de la Forcada, (1.676 m) abertura natural entre Tarna y Ventaniella.
Desde la collada y sobre la vertical del caserío de Ventaniella, ascendemos por la misma divisoria de aguas al Mojón, y tras cruzar el collado ganamos con comodidad la cima del Montovio (1.755 m), 3,7 Km en 3 h de marcha, que nos ofrece las misma panorámicas, comunes a toda la travesía. El itinerario prosigue un poco más confuso hacia al Pareu por la collada Texediellu cruzando de seguido el intricado hayedo y la antigua majada de La Bolera, ruta que hoy soslayamos retrocediendo al punto de origen pero evitando el paso por la cima de la Abedular, gracias a un sendero horizontal que comunica ambas colladas: Forcada y Cotalbo, respectivamente. A partir de aquí el retorno al puerto lo haremos por el camino de ida, guiados por la misma pista de tierra hasta la carretera general.
