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Un paso al frente en Ablaña

El Santa Marina, que cuenta esta temporada con tres equipos inscritos, pelea por el ascenso a Segunda juvenil y sopesa la creación de un conjunto senior

El Santa Marina ha dado un paso al frente de cara a la nueva temporada. Quizás fue necesario dar dos hacia atrás para coger impulso, pero el conjunto mierense ha consolidado su proyecto de cantera de cara a la nueva campaña y trabaja con vistas ilusionantes de cara al futuro. La pasada temporada no fue la mejor de la historia de un club que retomó su actividad en 1995. Un barco que se iba a la deriva pero que finalmente, con la llegada de jugadores y técnicos procedentes del Ujo, logró remontar el vuelo.

Las cosas no podían haber empezado mejor para los mierenses en esta temporada. El Santa Marina, a pesar de que solamente ha inscrito a tres conjuntos en categorías inferiores, está cuajando un gran inicio de temporada. Su mayor exponente, el juvenil de Tercera categoría, cuenta todos sus partidos por victorias.

La filosofía del club dio un vuelco de cara a esta temporada. "Queremos disfrutar jugando al fútbol pero también competir y ganar", admite Marcelino Montila, coordinador del equipo. "Cuando se logran las victorias, todo va bien, tenemos que mantener el ideal del club que siempre fuimos, la senda que nunca deberíamos haber abandonado", expone.

El equipo juvenil de la entidad es el que mejor representa esa hambre de victorias. Los pupilos entrenados por Iván y Hugo Sagastizabal cuentan con los 21 puntos disputados hasta la fecha y con una plantilla muy numerosa. "Tenemos 23 jugadores y un equipo muy compensado, cualquiera puede jugar", apunta el coordinador del club mierense. Para Montila, "el fútbol da muchas vueltas, pero este equipo nos hace ser muy optimistas de cara al futuro", asegura. El compromiso es máximo y ningún jugador se pierde los entrenamientos. El buque insignia del Santa Marina marcha a la perfección.

En el cadete, el inicio de temporada también está siendo bueno. Sin embargo, el club se encuentra con una peculiaridad, no han sido capaces de encontrar un portero. Hasta el momento, el cadete del Santa Marina rota a algunos de los futbolistas de campo que se han ofrecido para ocupar la posición de cancerbero a la espera de encontrar un fichaje que cubra la portería. "Es muy difícil encontrar guardametas", destaca Montila. Sin embargo, el fichaje para la meta del equipo cadete se encuentra muy próximo. El coordinador destaca que "hay muy buen equipo, pero la portería es un puesto fundamental". Sin embargo, pese a la ausencia de un guardameta fijo, el conjunto mierense está resolviendo esta salvedad de manera satisfactoria. El Santa Marina cadete se encuentra en la mitad de la tabla con seis puntos de los doce disputados hasta el momento, tras haber ganado dos partidos y perdido otros dos y con 13 goles encajados. "Todos los chavales demuestran un gran compromiso y todavía queda mucha temporada para terminar más arriba", asegura el coordinador. Montila es, además, el entrenador ayudante de este cadete, un equipo que dirige David Montes.

Por su parte, el infantil también se halla en mitad de tabla. "Teníamos muchas dudas a la hora de inscribir este equipo, pero trabajamos muy duro en verano y estamos muy contentos con la decisión que tomamos", apunta Marcelino Montila. Muchos de los integrantes del infantil son jóvenes jugadores llegados desde colegios, que nunca habían afrontado una competición de este nivel. El conjunto entrenado por Jorge Oca tiene un buen futuro por delante. Esta temporada, el Santa Marina no ha inscrito equipos de categoría alevín, benjamín y prebenjamín. "En la pasada temporada no pudimos terminar la temporada y el club fue sancionado", expone Montila.

El Santa Marina ha logrado la estabilidad gracias a la cesión del terreno de juego, Santa Bárbara de Ablaña, por parte de Hunosa. "Nos ha permitido tener una tranquilidad con la que antes no contábamos", apunta Montila. El coordinador reconoce que "tampoco sería posible sin el apoyo del Ayuntamiento de Mieres ni de los padres de los jugadores". Todos se involucran en un club donde los jugadores no tienen que lavar la ropa de los partidos ni de los entrenamientos. "De eso se encarga el club", comenta el coordinador. Al más puro estilo de un equipo profesional.

El futuro es brillante para el Santa Marina. Con la posibilidad de lograr un ascenso a Segunda juvenil, los mierenses también esperan contar con un equipo de categoría regional de cara a la próxima temporada. "Muchos de los juveniles cumplen su etapa, la llegada al club de gente joven y comprometida nos hace ser optimistas, pese a que los gastos de equipos de un regional son elevados". Sin embargo, la mentalidad de un renovado Santa Marina permite soñar en Ablaña.

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