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Una vida en torno al Loyola y su fútbol

José Ángel Rey lleva más de 30 años vinculado al colegio, donde coordina este deporte y ejerce de profesor

Hablar de la sección de fútbol del Colegio Loyola es sinónimo de un nombre. El de José Ángel Rey, actual coordinador y profesor del centro. La vinculación de este ovetense de 47 años con el fútbol comenzó en edad escolar cuando Rey defendía por los campos de Asturias la camiseta del Loyola. Desde entonces, su vida deportiva, y también personal, ha girado alrededor del colegio ovetense. Y es que además de jugador, fue en el mismo centro educativo donde dio el salto a los banquillos. Incluso cuando terminó COU siguió cerca del Loyola ya que compaginaba sus estudios de Magisterio con la de entrenador del colegio. Y claro, para cerrar el círculo, cuando finalizó la carrera inicio el camino de la docencia también en el Loyola, donde hoy en día imparte clases en Primaria.

Actualmente es el coordinador de la sección de fútbol, además de dirigir al Tercera alevín. "Son muchos años vinculado al colegio y al fútbol del centro, he visto pasar a muchos jugadores", indica Rey, antes de un entrenamiento en Matalablima. Y haciendo un poco de memoria, le sale el nombre de Iván Ania, actual técnico del Caudal, quien estudió en el Loyola y a quien Rey entrenó en categoría alevín.

En total, lleva 31 años en el Loyola siguiendo la evolución del fútbol en el centro. Asegura que "no me cansa, lo hago porque me gusta y es gratificante", sentencia el coordinador, que añade que "es cierto que también se viven momentos duros". La familia del fútbol en el Loyola está formada por doce equipos y un elenco de entrenadores, muchos de ellos antiguos alumnos del colegio, que guían a los más de 100 jugadores que cada fin de semana se enfundan la camiseta del Loyola. "Competimos dentro de nuestras posibilidades", señala Rey. Pero eso sí, bajo unas premisas "e intentando inculcar unos valores que creo que se están perdiendo como el compañerismo, la solidaridad, el esfuerzo y el sacrificio", dice. Estos valores son los mismos que a él le inculcaron cuando era adolescente, por eso sabe muy bien lo que hace y cómo lo hace. "Somos como un grupo de amigos donde todos nos llevamos bien", apunta. Además de la temporada regular, el la sección de fútbol del colegio va más lejos y cada dos años los alevines viajan a un torneo a Madrid y compiten en diferentes trofeos a lo largo del año.

Uno de los mayores handicaps del Loyola es el campo, algo que el propio Rey vivió y vive en primera persona. A él le tocó jugar en el campo de arena que había en el propio colegio. Ahora, ante la ausencia de terreno de juego propio juegan y entrenan en Matalablima. "Tenemos que cargar con todo el material, el agua, que vengan hasta aquí los jugadores, pero con esfuerzo y ganas salimos adelante", comenta Rey, que, eso sí, apunta que "añoramos un sintético y seguimos peleando por ello". Tanto que hasta en el propio colegio comentan, entre risas, que si algún día llega el césped artificial al Loyola tendrían que ponerle su nombre al campo.

El fútbol le ha dado mucho al actual coordinador del Loyola. Además de establecer multitud amistades, le dio la oportunidad de conocer a la que hoy en día es su mujer, Mónica. "Por el fútbol conocí a mi mujer, entrenaba a un primo suyo", indica Rey, quien desprende su pasión por el fútbol y la docencia en cada frase. "Siempre me gustó".

Un sábado cualquiera en la vida de Rey durante la temporada está repleto de fútbol. No se pierde ningún partido de su hijo Carlos, jugador del Loyola, además de dirigir a su propio equipo. Por ejemplo, el pasado sábado, su jornada comenzó a las 8.30 horas y finalizó a las 18.00. "Y entre medias comiendo un pincho", comenta. Pero eso es lo de menos, lo importante es que sigue disfrutando como el primer día de un deporte que le apasiona y al que seguirá vinculado hasta que pueda.

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