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Iyán González, el niño prodigio del arbitraje

El avilesino, de 21 años, es el colegiado más joven de España en el grupo I, en el que pita Oro, Plata y Liga Femenina 1

Iyán González tuvo el sábado una difícil prueba en su corta pero meteórica carrera como árbitro de baloncesto. Le tocaba dirigir un encuentro de LEB Oro y hacerlo en Asturias. En su tierra. En baloncesto, a diferencia de otros deportes, un colegiado puede pitar en su región. "Si fuera un partido de play-off, no pitaría en Oviedo, pero partidos que no son tan trascendentales no pasa nada", explica el propio Iyán. En su caso era el segundo partido que dirigía esta temporada en la segunda categoría del baloncesto español, la más alta entre las que organiza la Federación. A su lado tenía a un veterano que se lo hizo algo más sencillo, el leonés Juan Gabriel Carpallo. La victoria (80-74) del equipo local, el Unión Financiera, ante el Prat Joventut también hizo que su actuación pasara más desapercibida para unos aficionados que se fueron contentos a casa.

Este avilesino, de 21 años, ha subido esta temporada al grupo 1 del arbitraje español, siendo el más joven de toda la categoría. Le va a tocar dirigir encuentros de LEB Oro, LEB Plata y Liga Femenina 1. El único paso que le queda ya es que la ACB, una competición independiente de la Federación, le seleccione para pitar en su liga. Un paso que él, de momento, ni se plantea, a pesar de ser una de las grandes promesas del arbitraje español. "No sé si peco de demasiado humilde, pero es muy complicado llegar a la ACB. Sólo lo ha conseguido un árbitro asturiano, Fermín González. Está claro que es un sueño y que lo que venga bienvenido sea, pero ahora mismo mi objetivo es mantener la categoría, que es muy importante. Muchas veces lo difícil no es llegar si no mantenerse", explica el avilesino.

Los fines de semana Iyán González se viste de árbitro y entre semana estudia Magisterio de Educación Primaria en Oviedo. Es capaz de compaginar las dos actividades sin demasiada dificultad. Empezó a arbitrar en 2009 y lo compatibilizaba con la práctica del baloncesto: "Jugaba en la Atlética Avilesina y pitaba. Empecé cuando era cadete arbitrando en los Juegos Escolares y fui subiendo casi sin quererlo. Fui ascendiendo de categoría y hace tres años empecé con la Federación Española de Baloncesto. Desde entonces llevo un ascenso por año". Él mismo reconoce que no es muy habitual una progresión como la que está teniendo: "Es raro. Si soy sincero no me esperaba subir tan rápido. Juego con una baza a mi favor que es la edad. Hay pocos árbitros tan jóvenes como yo. Doy el nivel mínimo, pero creo que es sobre todo por la proyección que tengo", dice.

Los árbitros en baloncesto se preparan cada uno a su manera. En su caso sigue un plan de entrenamientos para mantenerse en buen estado de forma: "Tengo una tabla de entrenamientos. Todas las temporadas nos hacen unas pruebas tanto teóricas como físicas. Además, todos los meses tenemos un examen por Internet y periódicamente hacemos análisis de jugadas de otros compañeros. Más que nada esto se hace para unificar criterios entre todos", explica.

A este joven árbitro le cuesta concretar qué es lo más difícil de pitar en baloncesto: "Quizás a mí lo que más me cuesta es el poste bajo, determinar que no ha cometido ninguna acción ilegal ni el atacante ni el defensor. Es posible que sea porque yo jugaba de exterior". En cuanto a la presión que se ejerce a los árbitros, Iyán González considera que "el baloncesto es más civilizado que el fútbol. Al final tenemos una labor importante pero se asume mejor el error porque al final no suele ser tan decisivo". Si bien, reconoce que hay excepciones: "Los dos últimos minutos, cuando está el partido igualado, los errores se magnifican".

Iyán González es otro exponente más de la progresión que está teniendo el baloncesto asturiano en los últimos años, con el buque insignia del Unión Financiera y una Federación que trata de impulsar el baloncesto entre los más pequeños. Así lo ve al menos este colegiado: "El baloncesto en Asturias está empezando a resurgir, el trabajo de la Federación está dando sus frutos; ha habido ascensos de las selecciones autonómicas, la creación de la Liga Baby,...". Eso sí, a él lo de pitar en casa tampoco es que le guste demasiado: "Si te equivocas a favor del de casa te dicen que no ayudas nada y si lo haces al revés el contrario te dice que están jugando contra seis jugadores".

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