El gesto deportivo de la última jornada de la categoría alevín, disputada hace dos semanas, tuvo como protagonista al equipo del Urraca, de Segunda categoría, en su enfrentamiento, en su feudo de La Corredoria, en Posada de Llanes, al Caudal Deportivo, dentro del grupo IV, partido de futbol-8 que finalizó con el resultado de 6 goles a 1 para los anfitriones (al descanso 1-1). Y es que, debido a la lesión de unos de los chicos del conjunto mierense -se habían desplazado en cuadro a esa localidad del Oriente, con ocho jugadores-, el técnico del plantel de Posada, el cangués Andrés Suero Aller, decidió retirar a uno de sus efectivos del terreno de juego para compensar la baja del rival.
Todo un elogiado detalle en el fútbol-base, en categorías inferiores, tan en boga en fechas recientes por una serie de incidentes registrados en campos de otras latitudes con padres enfrascados en peleas barrio bajeras en las gradas ante la anonadada mirada de sus propios hijos.
El entrenador del Urraca, Suero, quien alterna esa tarea con la de capitán y jugador del primer equipo (3ª División), no se lo pensó dos veces a la hora de tomar esa decisión, pues, apenas habían transcurridos unos minutos de la confrontación y el chaval del Caudal, lesionado en una rodilla, no podía continuar sobre el rectángulo de juego. Enorme, Andrés.
