Raquel Rodríguez, Laura Valdés, Andrea Barreiro, Alba Barreiro y Elisa Fernández han sido las encargadas de encabezar los éxitos del Judo Avilés en la temporada, que ya ha terminado en lo que a competición se refiere, pero que continúa en el tatami de Los Canapés con los entrenamientos. Las chicas del club avilesino, todas ellas de la casa, han dado las mayores alegrías a su club, en el que han crecido "como judokas y como personas". Y es que entre las cinco suman 61 temporadas en la disciplina del Judo Avilés, a las órdenes de Carlos Fernández, entrenador del club.
El último éxito femenino del club fue el ascenso a la máxima categoría de la Liga Nacional senior, después de que Raquel Rodríguez (19 años de edad), Laura Valdés (20 años) y Andrea Barreiro (19 años), se hicieran con el campeonato de 2.ª División. En la final por el título se enfrentaron al Sotillo, al Ibaraki (ambos madrileños) y al Akari Las Nieves (canario). Con este último perdieron el choque, pero los puntos les dieron el título. "Fue algo raro, porque estuvo muy disputado, Yo creo que el más complicado en realidad fue el Sotillo y lo ganamos", comenta Laura Valdés.
Las tres sacaron un hueco casi inexistente en su agenda para atender a LA NUEVA ESPAÑA, porque, una vez terminada la competición, toca centrarse, y mucho, en los estudios. Rodríguez estudia para ser fisioterapeuta; Valdés, para médica, y Barreiro, se decidió por el magisterio. "Se puede estudiar una carrera sin descuidar el judo. Es cuestión de organización. Nosotras adoramos el judo, así que no le damos tanta importancia a salir de fiesta o a perder la tarde tomando algo en una cafetería. El tatami exige un esfuerzo muy grande, pero también lo disfrutamos muchísimo", sostiene Raquel Rodríguez.
Ella, Rodríguez, fue la encargada de dar dos medallas nacionales al club, sendos bronces en categoría junior, la suya, y en categoría senior, un orgullo para el club avilesino. Todo ello después de una lesión de codo que la tuvo apartada de los tatamis varios meses, hasta diciembre del año pasado. "Fue duro, pero estoy muy contenta porque me encuentro otra vez bien", sentencia. Andrea Barreiro y Valdés también estuvieron en el Nacional senior, pero no hubo tanta suerte.
Andrea Barreiro también se siente partícipe del oro que su hermana, Alba Barreiro (13 años) consiguió en el Campeonato de España sub 15. "Me puse un poco nerviosa en los primeros combates del Nacional, pero al final salió muy bien", explica la hermana pequeña, que sabe que tiene el apoyo de la mayor. "Siempre vamos juntas a las competiciones. Ella también me apoya", añade Andrea.
En ese Nacional llegó otra medalla para el club, la de Elisa Fernández (14 años), que se colgó el bronce, el segundo de su carrera. "Me encanta el judo, pero empecé porque mi madre me apuntó sin preguntar", recuerda. Sus compañeras, al oírla, bromean: "Es muy inquieta, así que no me extraña, que pensara en este deporte".
Todas coinciden en que, una vez pasada la barrera del "las niñas a ballet y los niños a judo", es un deporte en el que se trabaja mano a mano con los chicos. Además, también rompen el mito de que es un deporte "muy individual": "Somos más que un equipo, somos una familia y es imposible entrenar si no cuentas con compañeros así".
