Nadie duda de que el Club Bádminton Oviedo es un referente en este deporte. A sus años de historia y dedicación se suman los éxitos deportivos y el seguir dando la oportunidad a que cientos de jóvenes se inicien en el bádminton. Todo esto es fruto del trabajo realizado en los últimos años por parte de la directiva y cuerpo técnico encabezado por César González.
El Bádminton Oviedo cuenta en la actualidad con un equipo en División de Honor, que lucha por el título, y otro en Primera, que persigue la permanencia. Además, detrás tiene una cantera formada por cientos de jugadores que forman el futuro del club.
Pero, para crecer en la pista y fuera de ella, la entidad se está internacionalizando. En la presente temporada, el club tiene en sus filas a cuatro jugadoras extranjeras (una está a prueba) y un jugador foráneo, también a prueba. Además, está en conversaciones para fichar a Osleni Guerreo, jugador cubano que participó en los últimos JJOO y que recalaría en el club para potenciar el equipo de División de Honor. "El objetivo de estas incorporaciones no es solo reforzar al equipo de liga, sino también poder tener unos jugadores que añadan más calidad a los entrenamientos para potenciar a los jugadores de Oviedo y que les ayuden a subir el nivel deportivo", señala César González, director deportivo del CBO, que añade que "nuestra política es la de que los jugadores extranjeros sean una ayuda más en el crecimiento de los jugadores de Oviedo".
En las filas del Bádminton Oviedo militan esta campaña Juliana Viana. Nació en Piauí (Brasil) en septiembre de 2004. Lleva seis meses en el club, es internacional por Brasil y pertenece a la plantilla del División de Honor. Su vida en Oviedo se centra en estudiar (ESO) y entrenar. "Una de las cosas que más me cuesta es el clima, aquí hace mucho frío", señala la jugadora, que añade que "estoy muy contenta con el trato de los compañeros y de los entrenadores". Juliana llegó al CBO gracias al convenio de colaboración que la entidad tiene firmado con el club Colombiano Poona. A juicio de César, "es una jugadora con gran talento tanto físico como técnico-táctico, y de gran proyección".
También en el División de Honor está Khrystyna Dzhangobekova, que nació en Ucrania en 1992. Suma tres años en el club y "la adaptación fue mucho más fácil, porque toda la gente aquí es muy maja y me daban mucho cariño, aunque a veces te das cuenta lo lejos que estás de casa y lo echas de menos", subraya. El director técnico define a la jugadora, que colabora con el club en las escuelas deportivas, como "muy física, muy difícil de ganar y competitiva". La idea es que siga como jugadora en el equipo de División de Honor y cuando deje la raqueta se integre en el cuerpo técnico.
Otro de los nombres propios es María Delia Zambrano Solano. Nació en Guayaquil (Ecuador) en octubre de 1997. Lleva un año en el club y forma parte de la plantilla del equipo de Primera. Es internacional por su país. "Me costó acostumbrarme a estar lejos de mi familia y amigos, y el estrés de los entrenamientos, ya que al principio me lesionaba mucho y se hacía todo mas difícil. Todos me han tratado bien y desde que llegué es como si fuera una más", dice. Además de jugar y entrenar, estudia Enfermería. "Una de sus mayores virtudes es la capacidad de esfuerzo en el entrenamiento y su capacidad para sacrificarse por el bádminton. Tiene una buena condición técnica", comenta de ella César.
Además, el CBO tiene a prueba a Juan Felipe Noguera Quintero, que nació en Medellín (Colombia) en 1999. Suma dos meses en el club y podría incorporarse al conjunto de Primera la campaña que viene. A prueba también está la eslovaca Katarína Vargová (13-4-1999),que lleva en el club desde septiembre y compagina deporte con estudios.
