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Para el Grisú, el fútbol es un deporte de siete contra once

El equipo de Tercera infantil disputa los partidos con cuatro futbolistas menos que sus rivales y es el único de Asturias con su casillero de puntos en negativo (-3)

Los jugadores el pasado sábado, antes de disputar su partido ante el Masaveu.

En categorías inferiores, lo de menos es el resultado. O por lo menos eso es lo que se desprende de la filosofía de la mayoría de los clubes asturianos. Esta máxima es la que sigue desde el inicio de campaña el Grisú de Tercera infantil, encuadrado en el grupo III. Y es que tras 22 jornadas disputadas el equipo de Cerdeño no conoce la victoria y tiene en su casillero -3 puntos.

La historia se remonta a la pretemporada, cuando el equipo tenía una plantilla amplia y un entrenador que iba a ser el encargado de guiar a los jugadores en la liga. Hasta aquí todo es más que normal. Pero todo se torció antes de iniciarse la liga por distintos motivos. El entrenador designado en un principio lo dejó, a varios jugadores de fuera le faltaban papeles para completar la ficha y otros abandonaron. El equipo se quedó en mínimos. "Fue un cúmulo de circunstancias", explica María Pintado, directiva del Grisú, que decidió seguir adelante con el equipo "por los chavales. Quise aguantar por ellos, que son lo primero. Quiero que disfruten jugando al fútbol, que es de lo que se trata", añade. Y así sigue meses después del inicio de la temporada.

En el primer partido de liga, ante el Vallobín, el Grisú se presentó con ocho jugadores. Perdió por goleada. En la segunda jornada no pudo jugar por falta de efectivos y fue sancionado con menos tres puntos. El grupo arrastra desde entonces menos tres puntos, el único equipo de fútbol en Asturias con su casillero en negativo. Y así fue tirando El Grisú hasta ahora. Jugando, pero casi nunca con once jugadores. "Es una pena", indica Pintado. Pero, ¿cómo se llegó a esta situación? La directiva explica que "el entrenador lo dejó y a varios jugadores de fuera les faltaban algunos papeles y no pudimos federarlos. O faltaban papeles de la madre, o del padre".

Ahora, eso ya forma parte del pasado y el equipo mira al futuro pensando en la próxima campaña. De momento, el equipo seguirá adelante en las ocho jornadas que restan para el fin de la competición regular. ¿Cómo? Pues ayudándose entre ellos. "Marcos es el que se encargó de entrenar al equipo, además de Manuel, que también echa una mano", explica. Además, cuando se puede, jugadores del equipo alevín suben al infantil para ayudar en los partidos. No en vano, ya entrenan juntos a las órdenes de Duvi, jugador del equipo de veteranos, e Ibai, del Regional, que son los encargados de llevar las riendas del infantil y del alevín, respectivamente. "Procuramos que los jugadores no se desmoralicen", señala Pintado.

Los protagonistas tienen nombre propio: Nicole, Hugo, Raúl, Jairo, Pablo, David y Joaquín,que son los futbolistas que a día de hoy componen la plantilla del infantil y "dan la cara en cada partido". Es por ellos por los que "el club siguió adelante con el equipo en competición", reitera María Pintado, que es consciente de la situación que viven los futbolistas cada jornada, donde cada vez reciben más goleadas. "Salen cabreados de los partidos, pero ellos siguen animándose". Y es aquí donde reside la grandeza de este club, que mantiene la misma filosofía que le vio nacer: dar la oportunidad a los jugadores de disfrutar de este deporte.

De cara a la temporada que viene, el Grisú volverá a salir con el infantil, gracias a que cumplen varios jugadores del alevín. "El año que viene será otra historia", sentencia Pintado. Hasta que ese día llegue, equipo, jugadores, cuerpo técnico y directiva seguirán adelante porque "lo principal es que ellos disfruten, jueguen al fútbol y se diviertan", concluye María, directiva e hija de Luis Honorio Pintado, presidente de la entidad y que está al tanto de todo lo que pasa.

En el Grisú, lo importante es que los jugadores sigan adelante. Y para eso trabajan cada jornada. Así será hasta que finalice la competición. De momento, en la pasada jornada, el Grisú infantil perdió ante el Salesianos Masaveu (1-6), encuentro en el que jugó con los siete jugadores que tiene. Aún así, nunca le perdió la cara al choque. Dentro de unos días, el equipo del Nuevo Campo visitará el campo del San Claudio B en una nueva jornada.

Quizás acabe como el resto de partidos, pero lo que está claro es que el Grisú seguirá apoyando a este equipo que lleva luchando desde octubre, cuando se inició la liga. El año que viene será otra historia.

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