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Natación

El naviego que surgió del frío

El asturiano Mario Fernández Gorgojo consiguió una medalla de plata y otra de bronce en el Campeonato del Mundo de aguas heladas disputado en Tallin (Estonia)

Mario Fernández, ante la piscina de Tallin.

El naviego Mario Fernández Gorgojo no le teme al frío. Este nadador, especializado en pruebas de larga distancia, demostró en Tallin (Estonia) que la gélida temperatura del agua no es problema a la hora de practicar el deporte que ama. Lo hizo triunfando, al lograr una plata y un bronce en la prueba mundial. Sucedió el pasado mes de marzo, en el Campeonato del Mundo de Natación en aguas heladas, en el que el deportista asturiano logró el subcampeonato de su categoría en 450 metros, y el tercer puerto en la distancia de 200 metros.

Lo que comenzó como una aventura para disfrutar de una nueva experiencia entre el hielo, se ha acabado convirtiendo en una especialidad, la de aguas heladas, en la que espera seguir compitiendo, mejorando y triunfando. "Me sorprendió mi rendimiento; mi cuerpo se adaptó muy bien al frío, y disfruté mucho con el ambiente", asegura el nadador.

Fernández Gorgojo, de 38 años, se inició muy pronto en la natación, deporte que ha practicado durante toda su vida. En los últimos años ha participado en innumerables pruebas de larga distancia, incluso por encima de los 20 kilómetros de recorrido. La oportunidad de disputar el Campeonato Mundial de Tallin en aguas heladas, una modalidad que no conocía, le llegó tras disputar una competición en Girona. "Me invitaron, les envié mi currículum, y a pesar de no tener experiencia en este tipo de pruebas, me aceptaron. Empecé a investigar, y me llamó mucho la atención", explica.

A pesar de que durante el periodo de preparación se introdujo en las frías aguas del norte peninsular, nada se compara con las heladas temperaturas de Tallín, donde se habilitó una piscina en el puerto local cortando el hielo para la competición. El mercurio marcaba 0,2 grados en el agua, y entre menos 10 y menos 14 grados fuera de ella. Tan extremas eran las condiciones que las carreras se disputaron con medidas de seguridad reforzadas, para evitar complicaciones con los nadadores. "Por normativa, el agua debe superar los dos grados", dice Fernández Gorgojo.

El proceso para entrar al agua también es especial en este tipo de pruebas. "Con el primer pitido del árbitro, los participantes nos retiramos la ropa. Con el segundo, nos metemos en el agua, poco a poco y por la escalera, hasta tener un hombro sumergido, y con el tercero empezamos a nadar", relata el nadador asturiano. La sensación al contactar con el líquido elemento, es, asimismo, extrema: "Cuando me estaba sumergiendo y metí el primer pie, la sensación que tuve fue de impresión, porque es como si el pie desapareciera. Pierdes la sensibilidad total, en una fracción de segundo. Después todo, sobre todo las manos", cuenta Fernández Gorgojo.

Nadar en aguas heladas también precisa experiencia y aprendizaje. Al no tener sensibilidad en las extremidades, los virajes en la piscina de 25 metros son prácticamente "a ciegas", y es frecuente que los nadadores se lesionen en tobillos y manos. "Giras mucho el cuerpo para aprovechar el movimiento y avanzar más. Cada segundo que pasas en el agua va a peor. En esas condiciones, no hay manera de calentar, siempre vas en déficit", subraya Mario Fernández Gorgojo, que completó los 450 metros en 6 minutos y 4 segundos.

"Al contrario de lo que le sucedía a mis rivales, yo pude mantener el ritmo en todo momento, y no bajar. Fue una de las claves del éxito", incide en naviego. Los contrincantes más duros, dice Fernández, son los alemanes y los bielorrusos en las distancias cortas (50 y 100 metros), "muy rápidos, pero poco acostumbrados al frío". Los más resistentes, dice, son los rusos, "que tienen más pruebas y están mejor preparados".

Este éxito ha abierto nuevas puertas a la carrera del nadador naviego. Ya piensa en el próximo Campeonato del Mundo, que se celebra dentro de dos años en Bielorrusia. También en la Copa del Mundo, una competición por etapas en la que cuentan los tres mejores tiempos de varias pruebas a lo largo del mundo, y que el próximo año se desarrollará en Letonia, Suecia y también Bielorrusia, a las que Fernández Gorgojo tiene pensado acudir. "Me lo pasé muy bien, el ambiente es increíble, y sé que los fallos que tuve son cosas que puedo solucionar. Tengo que nadar y adaptarme practicando en lagos de alta montaña, ir tomando más experiencia", asegura el asturiano. Por el momento, seguirá disputando pruebas de larga distancia en puntos como Ibiza, Galicia o Cantabria, además del Descenso a Nado de la Ría de Navia, una prueba a la que es fiel desde su niñez. "Es muy especial para mí", reconoce Fernández Gorgojo, que ha demostrado no temer al frío.

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